Alsea, a través de su subsidiaria Starbucks Coffe México, tiene 82% del capital social de Café Sirena, la empresa que creó en 2002 junto con Starbucks Coffee International para operar en México los locales de la cadena de cafeterías más grande del mundo.
Esta participación accionaria estuvo a punto de cambiar en diciembre de 2009. Según una claúsula del contrato de asociación firmado en febrero de 2002, Howard Schultz, CEO global de Starbucks, podría forzar a Alsea a venderle 32% de las acciones de Café Sirena.
La tercera versión de la cláusula podía ejercerse en septiembre de 2012, pero Alberto Torrado, presidente del consejo de administración de Alsea se anticipó a negociar más de dos años antes. En diciembre de 2009 le pidió al CEO global que no sólo detuviera el ejercicio de opción de compra -Alsea estaba cumpliendo con los resultados esperados-, sino que la cancelara definitivamente. También propuso extender la sociedad en Café Sirena cinco años más, de 2022 a 2027.
A cambio, el presidente del consejo prometió abrir 45 cafeterías por año en México entre 2011 y 2016, una cifra que sólo superó en tres de sus 10 años en la sociedad. Además, se comprometió a inaugurar 22 locales por año en Argentina. En total, su meta será tener 225 nuevas sucursales en México y 110 en Argentina.
Tendrá hasta 2016 para hacer crecer a Starbucks Coffee México a 60%, de lo contrario, Starbucks Coffee International se quedará con la mitad del negocio. El riesgo es mayor para el sector debido a la escasez de locales rentables disponibles.
Schultz asegura que ve un “futuro brillante” en la operación con Alsea en México y Latinoamérica. No obstante, si Torrado falla quizá Starbucks no lo vuelva a perdonar.