Desde hace un buen tiempo somos testigos de una serie de rebajas y promociones por parte de las cadenas de boticas y farmacias en el país. Esto como consecuencia de una competencia por ganar mayor mercado, dentro de una industria farmacéutica que ha experimentado una caída de ventas en los primeros seis meses del año y que se prevé continúa hasta el cierre del 2014.
Pero, ¿hasta cuándo se puede resistir esta guerra de precios sin que las empresas pierdan su margen de ganancia y logren rentabilidad?
Esta pregunta no tiene una respuesta exacta, pero lo que sí es cierto es que las cadenas que podrán afrontar este sistema implantado serán las que tienen “mejores espaldas financieras”, precisó Edmundo Yáñez, gerente general de Mifarma.
“Hasta que se den los resultados esperados la empresas tiene que enfrentar períodos de vacas flacas, es decir, para crecer se debe invertir en la reducción del margen por un tiempo y resisten las empresas que tienen “mejores espaldas”, sostuvo.
Así, la fórmula de las promociones y descuentos no es nada fácil, pues se trata de una mezcla de precio por cantidad. Es decir, menos precio por cliente que debe ser compensado por más cantidad de clientes. Lo único cierto y comprobable es que en esta mecánica competitiva el consumidor es el único ganador, señaló el ejecutivo.
¿Y qué empresas cuentan con esas espaldas financieras? Pues no muchas, está el caso de Inkafarma, parte de InRetail (Grupo Intercorp), y Mifarma S.A.C., que agrupa a tres marcas (Mifarma, BTL y Fasa) bajo el paraguas de Quicorp.
También participan en el mercado Albis, con su marca Boticas Arcángel que fue tras la opción de incursionar con centros médicos para ampliar su cobertura; Boticas Mi Salud, del Grupo Odría, un jugador más pequeño en el mercado enfocado netamente en el sector farmacéutico y Boticas y Salud. El resto serían cadenas más pequeñas.
La marca propia
De otro lado, Yáñez precisó que la estrategia de Mifarma en el caso de productos ha sido la de hacer alianzas comerciales potentes con proveedores reputados en el país para trabajar sus productos en vez de entrar directamente a la venta de marcas propias.
“Entendemos que las marcas propias generan alta rentabilidad en el corto plazo, pero ponen en riesgo la independencia del que recomienda determinado producto en la botica o farmacia; por ello, preferimos que nuestros clientes sepan que les vamos a recomendar, de ser necesario, productos de calidad producidos por laboratorios de calidad y sin conflictos de interés”, comentó.
La regulación y los precios
Edmundo Yáñez dijo que Chile es el país de la región con el menor precio promedio de medicamentos (medido en dosis) y es donde existe menos regulación a los establecimientos farmacéuticos fijándose el precio por la competencia entre laboratorios y farmacias.
En otros países como Ecuador, donde existe fijación de precios, y en Colombia y Brasil, donde existen subsidios a la medicina, los precios por dosis son más altos, sostuvo.