La confianza de las familias con ingresos altos (A y B) es la que retrocedió con más fuerza. La mayoría de familias piensa que hoy es más fácil obtener un préstamo que hace tres meses.
Según el último informe de Apoyo Consultoría, en el primer mes del 2014 el índice de confianza del consumidor en Lima Metropolitana se ubicó en 52 puntos, cuatro posiciones por debajo de lo registrado en diciembre del 2013.
El resultado de enero muestra que la fuerte recuperación observada a fines del año pasado fue puntual y consecuencia de las fiestas navideñas.
Pero el nivel en enero aún es moderadamente favorable para el gasto de las familias, pues indica que el número de estas que percibe mejoras en las condiciones para consumir es ligeramente mayor que el número de aquellas que perciben deterioros.
A nivel de componentes, se observó una caída en todos los indicadores. No obstante, las caídas más importantes se dieron en la percepción de la situación económica familiar y las condiciones para hacer mejoras en el hogar.
Ambos componentes cayeron siete y cinco puntos, respectivamente. Además, la confianza respecto al nivel de precios de la economía descendió hasta 49 puntos, lo que se explica por el encarecimiento de algunos alimentos básicos, como el pollo y la carne, en enero.
Por niveles socioeconómicos, la confianza de las familias de ingresos altos (A y B) cayó cinco puntos, mientras que la de las familias de ingresos medios-bajos (C, D y E) descendió en cuatro puntos respecto a los niveles de diciembre.
Ahora, según Apoyo, la disminución en el índice de confianza en enero todavía debe leerse como positiva, pues se debe, en parte, a la corrección de un factor estacional que “infló” el dato de diciembre pasado.
Además, el nivel actual del índice refleja que el número de familias que percibe mejoras en las condiciones para consumir es ligeramente mayoritario.
Créditos
De otro lado, el índice también incluyó el acceso al crédito, señalando que el 65% de las familias A y B considera que obtener un préstamo hoy es más fácil que hace tres meses, mientras que esa misma percepción es compartida por el 52% de las familias de sectores C, D y E. También se resalta que el 30% de los hogares del A y B incrementó su endeudamiento en los últimos tres meses, y en los niveles C, D y E se dio en el 13%.
Además, es probable que este año veamos una diferencia marcada según niveles socioeconómicos. Así, se espera que la confianza de las familias de mayores ingresos tienda a mejorar a lo largo del año, debido al buen ritmo de crecimiento del empleo calificado y a la mayor oferta de crédito.
En contraste, es probable que las condiciones para consumir se mantengan deterioradas para las familias de menores ingresos. Así es que todo aquello que afecte las expectativas de crecimiento o haga más engorroso hacer negocios en el Perú, tarde o temprano repercutirá en la economía familiar, en las condiciones para consumir y en la confianza.