Las débiles condiciones del mercado crediticio han dificultado a los minoristas financiar fusiones y adquisiciones, lo que significa que algunos de los más débiles pueden simplemente sucumbir, situación que hemos observado durante el año pasado.
“La economía de consumo de EE.UU. se ha estancado y, dado su papel tradicional como impulsor del crecimiento a nivel mundial, ha causado una disminución de la actividad económica en muchos otros países”, refiere Deloitte en un informe.
Este ambiente ha provocado un gran desafío para los retailers, puesto que en la medida que aumenten los gastos, los consumidores se vuelven más sensibles a los precios y favorecen a las tiendas de descuento en lugar que a los almacenes con altos precios.
En ese sentido, los altos precios de los alimentos y la energía en Estados Unidos han provocado que los consumidores busquen productos de reemplazo, lo cual hemos podido observar también en Latinoamérica.
Sin embargo, la mayoría de las crisis forman parte de un proceso mayor de reestructuración económica, y es frecuente que la volatilidad continúe.
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Es necesario también tener en cuenta que, además del tema de los ciclos económicos, cada vez hay mayor evidencia que la incertidumbre y la volatilidad simplemente pueden pasar a ser una condición permanente en el ambiente comercial externo.
De allí que los escenarios de clima de incertidumbre repletan los pronósticos tradicionales de la venta al por menor.
Las inmensas innovaciones y transformaciones están cambiando la forma en que compramos, nos comunicamos e interactuamos y, por esa razón, la transparencia de la información ha traspasado el poder a los consumidores, que han reaccionado exigiendo más alternativas a precios más bajos.
Dadas estas condiciones económicas, los analistas han adoptado un tono pesimista y defensivo, y la alta gerencia trata en lo posible de bajar las expectativas de los resultados de las empresas.
Pero la mayoría reconoce que abordar una contracción de la actividad económica con una actitud negativa no es una estrategia ganadora, y que los ciclos y tendencias mayores pueden convertirse en una excusa para un bajo rendimiento, o una oportunidad para hacer sus negocios más competitivos y lograr una mayor participación en el mercado.