Domenico Dolce y Stefano Gabbana fueron sentenciados a un año y ocho meses de prisión por ocultar cientos de millones de euros a las autoridades fiscales. Estos diseñadores son casi tan famosos como las estrellas a las que visten, y no estuvieron presentes en dicha sentencia, negando además los cargos.
El caso deriva de una investigación que comenzó en el 2008, cuando autoridades revelaron una campaña contra la evasión de impuestos al tiempo que la crisis financiera empezaba a golpear. Sin embargo, el caso que involucra a los dos diseñadores es uno de los de más alto perfil que han llegado a juicio hasta el momento.
El fallo del juez indicó que los diseñadores vendieron su marca a la sociedad financiera luxemburguesa Gado en el 2004 para evitar declarar impuestos sobre regalías de alrededor de mil millones de euros (casi 1,300 millones de dólares).
Pero como sucede con un gran porcentaje de estos casos en el mundo del glamour, puede que no pasen necesariamente tiempo detrás de las rejas, dada la complejidad y la extensión del proceso de apelaciones. Será cuestión de esperar como se desarrolla la situación.