La economía mundial evitó a duras penas una depresión como la de la década de 1930 y ahora se espera que comience a crecer nuevamente en el 2010, encabezada por Asia.
Estados Unidos muestra indicios de que se estabilizan su sistema financiero y sus mercados laborales, y encara un panorama más alentador que el de Europa, donde persiste un alto desempleo, que afectará sus posibilidades de recuperación.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la producción mundial crecerá un 3,1% el año que viene, impulsada sobre todo por economías emergentes como las de China y la India.
Para el 2009, el FMI pronostica un descenso del 1,1% en la Producción Nacional Bruta a nivel mundial.
Por más que las cosas no sean tan malas como podrían haber sido, no obstante, el FMI advierte que todavía hay que corregir muchos problemas, en particular el desempleo, que seguirá subiendo un tiempo.
Las Naciones Unidas también esperan que la economía vuelva a crecer en el 2010, aunque señala que se mantendrá frágil.
El informe de la ONU, por otro lado, elogia el aumento en la producción industrial, la mejoría en las bolsas de valores y un incremento en el comercio internacional.
En su informe semestral del mes pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico más que duplicó su pronóstico de crecimiento para las 30 naciones que la integran, incluidas Estados Unidos, Japón, Alemania y Gran Bretaña, y lo subió del 0,7% al 1,9%.
La recuperación, no obstante, no es lo suficientemente fuerte como para contener el creciente desempleo.
La OCDE dice que tal vez en el 2011 se logre revertir esa tendencia.
Para el FMI, el crecimiento mundial del 2010 dependerá en buena medida de Asia, en particular China y la India, que pronostican un crecimiento del 9% y del 6,4% respectivamente, apuntalado por grandes estímulos económicos que generan un incremento en la demanda a nivel nacional.
Se espera que en Japón la economía se contraiga un 5,4% en el 2009 y se recupere a un ritmo del 1,7% en el 2010.