Las provincias del Perú, ignoradas como lugares poco rentables por las élites de Lima, hoy en día están creciendo como clase emergente de consumidores, blanco de empresas locales y extranjeras.
Huancayo cuenta con un nuevo centro comercial con todas las cosas que tiene un típico ‘mall’ de Estados Unidos: un elevador con música, recelosos vigilantes y una sala de juegos. “Esto ha mejorado en comparación con años anteriores y se están acercando la atención, las comodidades todo lo que hay en Lima”, dice Joel Reyna un estudiante de 20 años.
Muchas provincias peruanas crecieron más rápido que la capital en los últimos trimestres gracias a dos sectores: comercio y construcción.
“Las provincias han mostrado cierto grado de dinamismo y expectativas por centros comerciales de talla internacional en los dos últimos años. No dudamos que el crecimiento explosivo vendrá de ellas”, señaló Mauricio Mendoza, gerente general del Mall Aventura Plaza.
El flujo de visitantes en su centro comercial en Arequipa creció 34% en la primera mitad de este año. “Sentimos que aún tenemos mucho por crecer considerando que en el Perú la cantidad de centros comerciales es de 1,5 por millón de habitantes. La tasa promedio en la región es de 2,5 por millón de habitantes”, dijo.