En este primer semestre, Eroski ha querido responder a la pérdida de poder adquisitivo que sufre el consumidor en esta difícil coyuntura intensificando su oferta de precio bajo.
Eroski explica que, como consecuencia del resultado financiero que implica el nivel de endeudamiento mantenido, “el beneficio de explotación cambia de signo para llegar a un resultado del ejercicio negativo”.
Además, está adaptando la red de establecimientos a la situación del consumo en el mercado español, con lo que ha tenido que afrontar los gastos “adicionales y especiales” que el ajuste implica.
Este comportamiento se explica, por la gestión interna de los gastos, con medidas de contención y ahorro que han permitido compensar la reducción de márgenes derivada del menor volumen de negocio y la política de inversión en precio.
Eroski tiene “previsiones de mejora” para el resto del ejercicio, en la política de gestión del gasto y en el mejor comportamiento histórico del segundo semestre con respecto al primero.