España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor facturación en e-commerce, según los datos de la organización E-commerce Europe.
En total, durante el año 2013 se alcanzaron los 13.000 millones de euros y más de 13 millones de personas compraron en internet, muchos de ellos, animados por la facilidad de acceder al mundo online a través de los dispositivos móviles.
Según el Estudio sobre comercio electrónico B2C 2012 (edición 2013) de ONTSI, perteneciente a Red.es, “el comprador actual es cada vez más numeroso, más experimentado, compra más productos, ya no se ciñe a las categorías tradicionales sino que accede a más categorías y está abierto a nuevas formas y propuestas”.
Con estos datos, sería lógico pensar que los pequeños y medianos negocios deben apostar por sumarse al creciente mercado del comercio electrónico.
Y es que el comprador actual es cada vez más numeroso, más experimentado, compra más productos, y ya no se ciñe a las categorías tradicionales sino que accede a más categorías como el e-commerce.