El fabricante chino Geely anunció que completó la compra de la unidad Volvo de Ford Motor, por US$1.800 millones (1.380 millones de euros), coronando la mayor adquisición de China de un fabricante extranjero.
El acuerdo refleja en muchos sentidos también el rápido crecimiento de China en el escenario mundial de automóviles, tras pasar a Estados Unidos para convertirse en el principal mercado de automóviles. El valor final del acuerdo estará cerca de la cifra previamente anunciada, aunque el valor real podría variar dependiendo del tipo de cambio.
Geely dijo la semana pasada a Reuters que había recibido todas las aprobaciones necesarias del Gobierno para el acuerdo, incluso del Ministerio de Comercio y el Planificación estatal.
La unidad de automóviles de Volvo publicó ganancias de US$12.400 millones en 2009 mediante la venta de 334.000 automóviles, pero registró una pérdida antes de impuestos de US$653 millones.
Geely planearía utilizar la placa de identificación sueca para producir marcas de lujo en China, mientras mantienen sus operaciones en Europa para proveer al mercado internacional.
Geely podría estar mejor preparada para el éxito debido a su experiencia en trabajar con socios extranjeros. Anteriormente adquirió al fabricante australiano de cajas de cambio Drivertrain System International y su alianza con el fabricante de taxis británicos Manganese Bronze, dijo el analista de IHS Automotive, John Zeng.
Li Shufu, presidente de Geely, quien tuvo sus inicios en piezas de refrigeradores y motocicletas y ha sido apodado desde entonces como el Henry Ford de China, ya ha sido designado presidente de Volvo.
Los medios alemanes informaron el mes pasado que Stefan Jacoby, un ex ejecutivo estadounidense de Volkswagen AG ha sido contratado para convertirse en el nuevo consejero delegado de Volvo.