A principios de este año McKinsey comenzó a trabajar silenciosamente una asesoría al interior de Falabella. El motivo fue rediseñar el antiguo pacto de accionistas, y ajustar las piezas del gobierno corporativo para cuando se produzca el cambio generacional.
Así después de varios meses finalmente la misión de la consultora “estaría concretándose antes del primer trimestre”, según confirmó una alta fuente del grupo controlador. Esta tarea está siendo liderada por Alejandro Krell, socio de McKinsey con vasta experiencia en empresas latinoamericanas con operaciones a nivel internacional.
La idea es perfeccionar el pacto de accionistas que se formó en 2003 cuando Falabella se fusionó con Sodimac, lo que significó la integración de la familia Del Río. En aquel entonces, -cuenta una fuente del grupo-, “la realidad de la compañía era distinta a la de ahora, por lo que se hacía necesario un cambio”.
En esta línea agrega que la interrogante sobre quién estará al mando de Falabella cuando llegue el momento en que se produzca el cambio generacional, ya está más o menos clara, y la carta de concenso es Carlo Solari Donaggio.“No habrán grandes cambios, los directores estarían siendo los mismos”, dice.