Google, el buscador más popular de Internet, de a poco intenta hacerse un lugar uno de los mercados tecnológicos más lucrativo: el de las aplicaciones informáticas en las empresas y el Estado.
Se trata del terreno donde ya actúan gigantes de peso como Microsoft, con su paquete de aplicaciones de oficina Office, e IBM, con su servicio de mensajería Lotus Notes; y al que se sumó recientemente Cisco, con una renovada oferta de herramientas de colaboración y comunicación.
El paradigma sobre el cual construye Google su estrategia es el de la capacidad de utilizar servicios y programas en cualquier dispositivo y sitio del mundo sin limitaciones, siempre y cuando se cuente con una conexión a Internet.
Un ejemplo sencillo de este concepto es el Gmail, el servicio de correo electrónico con el cual el buscador se hizo de un lugar en medio de jugadores como Hotmail de Microsoft y el Yahoo Mail: aunque existe la posibilidad de utilizar este gestor offline o sin esta conectado a Internet, su uso y administración se realiza principalmente a través de la web.
El mismo concepto fue extendido por Google a toda línea de productos para empresas. La diferencia entre estas aplicaciones, disponibles en forma gratuita para los usuarios finales.
En la división de Google para empresas trabajan unas mil personas, que atienden a más de 2 millones de compañías. Según informó Alex Rodríguez-Torres, manager de marketing de producto de Google, durante una conferencia de prensa, se suman más de 2 mil clientes por día a esta plataforma.