La holacracia es una metodología radical de organización empresarial caracterizada por principios como la ausencia de cargos, directivos o jerarquías, en donde los trabajadores de la compañía se dividen en círculos y en una estructura completamente plana, adoptando uno o varios roles dentro de cada círculo, para gestionar su trabajo en un entorno de transparencia radical.
El término Holacracia deriva del griego holos, un todo como unidad autónoma y autosuficiente, pero que es a su vez parte dependiente de una unidad mayor. El resultado se pretende que sea una organización adaptable, en la que el crecimiento progresivo no dé lugar a un incremento de la burocracia, y en el que nadie se esconda detrás de un cargo.
La idea es formar una organización enfocada al emprendimiento y al liderazgo ejercido por cada persona, cada uno en su papel, y en la que se supone que se incrementan la agilidad, la eficiencia, la transparencia, la innovación y la responsabilidad.
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Implementar esta filosofía de trabajo implica olvidarse de las jerarquías y confiar en un equipo en el que la autogestión tiene un papel fundamental. Junto a ese cambio de mentalidad, se une también la tecnología. Las reuniones físicas son reducidas al mínimo y la estructura, por tanto, debe tener protocolos que permitan una conexión rápida y ágil entre los equipos.
Zappos, la empresa englobada dentro de Amazon aunque gestionada de forma independiente, anunció su transición hacia la holacracia hace dos años en 2014. Su puesta en marcha fue gradual, ante la dificultad para cambiar todo el funcionamiento.
Es muy posible que en este momento sean muy pocas las compañías, los trabajadores y sobre todo, los directivos preparados para entender los conceptos y las implicaciones de una holacracia, pero ya veremos en dónde se encuentra el término dentro de un cierto tiempo.
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