En Inglaterra, el Gobierno obligará a cobrar por el uso de bolsas de plástico en los supermercados a partir del 2015. Así, los clientes tendrán que pagar unos seis céntimos por cada bolsa que utilicen. La meta es reducir su producción y cuidar el medio ambiente.
En tanto, la medida se aplica en Irlanda del Norte y Gales, en donde su uso se ha reducido en 76% durante los últimos dos años.
De acuerdo con el programa de acción contra los residuos, en 2012 se usaron en el Reino Unido 7.000 millones de bolsas de plástico. La mayoría de las bolsas de plástico se emplea por 20 minutos y pueden tardar hasta mil años en completar el proceso de biodegradación. La producción de plástico causa severos daños al aire que respiramos, la flora y la fauna.
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