Los pilares internos de Inkafarma son calidez y optimismo, tratando que no solo sus colaboradores lo sientan sino que los consumidores también lo perciban.
El sector de las cadenas farmacéuticas es uno de los más dinámicos en el Perú y prueba de ello es que InRetail Perú Corp., dueña de la marca, ha tenido un crecimiento anual de 14,1% facturando S/. 1.406 millones durante los tres primeros meses del año, de los cuales S/. 483 millones corresponden a la cadena de farmacias.
Para comprender el éxito de Inkafarma, es importante entender el factor clave que implica la ubicación de las farmacias en el comportamiento de compra del consumidor.
La adquisición de medicamentos no suele ser planificada, y esta situación conlleva a que la cercanía del punto de venta sea un factor esencial en la elección de la cadena de farmacias y, por tanto, en la creación de una relación de consumo y de preferencia por la marca.
Con presencia en 23 regiones, ser la primera cadena de farmacias del país fue esencial en el logro de haber sido considerada en el top of mind por gran parte de los peruanos.
Otro aspecto importante es haberse convertido en una marca de bandera desde que a inicios de 2011 fuera comprada por Intercorp al grupo Salcobrand y al empresario Alejandro Weinstein, ambos de origen chileno. Si bien dos años antes de la compra Inkafarma era la mejor posicionada del sector con un 81,2% de recordación, según Arellano Marketing, en este año el porcentaje subió a un sorprendente 97,8%.
El nombre mismo empezó a dejar de verse incoherente con la historia y el legado del país para ser más consistente con la naturaleza local del negocio.
Un tercer factor clave en la consolidación de la marca fue, evidentemente, la publicidad. A través de diversos testimoniales, Inkafarma empezó a recolectar las historias más comunes de sus consumidores respetando la forma y emoción que plasmaba cada persona entrevistada.
Pamela Mclauchlan desde Piura, por ejemplo, contaba en un spot que a su hijo Rodrigo siempre le salía una alergia en la piel. “Lo llevé al doctor y me dio una receta inmensa, vine de frente a Inkafarma y encontré todo”. Mijail Serrano, desde Cusco, afirmaba que “tienen medicamentos de calidad, a bajo costo y que Inkafarma, su nombre lo dice, es una botica para todos los peruanos”.
Los testimonios de “consumidores modelo” que transmiten honestidad y espontaneidad en sus declaraciones son una estrategia publicitaria muy eficiente cuando se trata de lograr una conexión con el consumidor.
Asimismo, los diferentes lugares y acentos de las personas elegidas hicieron que se reforzara la posición descentralizada de la marca, algo muy valorado en un país multicultural. Inkafarma logró así meterse en el corazón de sus consumidores y apostar a ser en el futuro la gran “lovemark” de las farmacias en el Perú.