Las cosas están movidas al interior de La Polar. Es que en su próxima junta de accionistas del 24 de abril, no sólo habrá cambio de directorio, sino que también se trataría la fórmula para su eventual venta a un grupo controlador en el corto plazo.
Uno de los mayores y actuales controladores de La Polar, afirma que este es un tema que está bastante fresco, donde el problema principal sería que para salir a enajenar cualquier activo, se debe tener un encargo formal de los vendedores.
Las AFP, en este caso Habitat que es la que permaneció en el retailer, por lo general no llevan a cabo lo anterior, dado que simplemente compran o venden acciones de compañías. No se adhieren a procesos de enajenación.
“El punto es que enajenar una empresa tan compleja como La Polar requiere de algo formal en conjunto, por la dispersión de la propiedad.”
En tanto, otra fuente que conoce el proceso, señala que sería extraño que se entregara un mandato formal al nuevo directorio de La Polar, pues ello significaría un posible “conflicto de funciones”.
Con todo, el consenso sería que entre este y el próximo año, La Polar tendría que contar con un nuevo controlador, y el nuevo directorio tendría la misión de entregar una firma con mejores índices que los actuales, refiere el portal chileno Estrategia.
En cuanto al directorio, los que casi con 100% de certeza continuarían en la mesa del retailer serían Bernardo Fontaine y Pedro Pellegrini. El primero, aunque ha sonado como carta definitiva para la presidencia de la empresa –tras la renuncia de César Barros- por parte del fondo Moneda y del grupo Izquierdo Menéndez, aún no tomaría la decisión.
Analizando su permanencia en el directorio de La Polar se encontrarían Jorge Id y Juan Pablo Vega. Alberto Marraccini daría un paso al costado y Aldo Motta eventualmente también, considerando su vinculación con el “caso Cascadas” y el nuevo aire que se le pretende dar al retailer. Habitat, de Inversiones La Construcción, iincorporaría a Alberto Sobredo a la mesa.
Hasta ahora, los principales accionistas de La Polar han contactado a una decena de expertos en el negocio de retail –faltarían al menos dos candidatos que se conocerían a última hora-, pero varios de ellos no han aceptado la propuesta de participar en el directorio de La Polar, tomando en cuenta que la tarea no sólo es complicada, sino que implica una exposición pública inevitable.
Pero presiones por alcanzar una posición definitoria no faltan. En las últimas semanas se ha transado cerca del 20% de la propiedad de la compañía. Podrían ser especuladores, o bien, algún actor que pudiera sobrepasar el 10% de la propiedad para asegurar presencia en la mesa, que se espera sea elegida por aclamación, al ser de consenso.
Esta nota es auspiciada por: