Quienes han abierto paso a los grandes ‘retailers’ han sido las cadenas de electrodomésticos y de boticas. La Curacao (ahora en manos de Tiendas EFE, Linzor Capital y el Grupo Wiese), EFE, Elektra y Carsa, entre otras firmas, han llegado incluso hasta zonas menos desarrolladas, como Puerto Maldonado.
Carsa llegó a tener una fábrica de pequeños electrodomésticos en los 80 en la mencionada ciudad. Ahora tiene cerca de 15 tiendas, incluyendo Tingo María, anota su gerente general, Fernando Durán. “Hemos aprendido a manejar nuestros tiempos, aplicando procesos logísticos más altos”, sostiene.
En el caso de las boticas, Gustavo Bravo, gerente general de Arcángel, recuerda que su representada e Inkafarma fueron las primeras en llegar, pues están allí desde el 2001. A diferencia del consumidor de otras zonas, el selvático valora menos los descuentos.
Sin duda, el oriente aún es tierra virgen y trae una lluvia de oportunidades para distintos formatos de ‘retail’, que llegarán de la mano de los centros comerciales.
Llegada tardía
Para Percy Vigil la llegada tardía del ‘retail’ a la Amazonía responde a un proceso natural, porque la expansión se da tomando en cuenta factores como la distancia y la rentabilidad.
“Los desarrolladores primero miraron Lima, porque era el mercado más grande, luego la costa, después la sierra y en cuarto lugar la selva”, añade Rolando Arellano, presidente de Arellano Márketing.
Además, no es un secreto que los problemas logísticos y las grandes distancias son el talón de Aquiles de la selva, principalmente de Loreto, pues sus vecinos amazónicos sí tienen una buena interconexión vial.
Las carencias que hay en los servicios básicos de luz, agua y desagüe, también hacen que los grandes operadores prioricen otras ciudades, asevera el también vicepresidente de Perú-Cámaras, Víctor Manuel Valdivia.
“La logística es muy difícil, escasa y tremendamente cara. La única conexión para llegar a Iquitos es por la vía fluvial desde Pucallpa. Un kilo de carga enviada por río cuesta S/.1,00 y por vía aérea, S/.4,20”, detalla.
Valdivia agrega que lo único ventajoso es el reintegro tributario para Loreto, vigente hasta el 2015.
Ernesto Aramburú aconseja que al demorarse 30 días en llegar la mercadería, las compras tienen que ser bien pensadas y precisas.
En el caso de la selva, se debería manejar un 50% más de stocks con respecto a Lima, lo cual significa un costo mayor de 60% a 70% en mercadería.
Quizá los supermercados sí deban trabajar más con productos de la zona y los ‘malls’ desarrollar marcas regionales. Aún con estas carencias, el consumidor charapa está más pegado al modelo occidental con una orientación más moderna que el de la sierra, puntualiza Arellano.