En el siglo actual en que el vivimos, es casi impensable que una firma no cuente con una plataforma de venta online, es así que grandes conglomerados como Inditex, H&M o casas de lujo como Saint Laurent o Burberry se han rendido a la evidencia de Internet, abriendo las puertas de sus tiendas virtuales.
Pero a pesar que el online shopping es algo tan normal, aún existe un 40% de las principales luxury brands que se resisten a él, según un estudio de Bain Consulting.
Sin embargo esto no quiere decir que el crecimiento del e-commerce se encuentre paralizado, por el contrario, esto se debe a que las luxury brands prefieren abrir nuevas tiendas físicas en el mercado asiático, en lugar de hacerlo globalmente a través de Internet y aunque el 29% de las luxury sales estén representadas por el mercado chino, no representan el 100% de las ventas de clientes de esta nacionalidad, si a ellas tenemos que sumar aquellos que deciden comprar en el extranjero.
A esto, Sanford C. Bernstein de Alliance Bernstein, explica que: “Por un lado los consumidores chinos representan alrededor del 29% de ingresos de lujo a nivel mundial y en este sentido puede explicarse la estrategia de expansión de las firmas IRL (In Real Life). Sin embargo, según Paribas Luca Solca, analista de Exane BNP, el comercio electrónico podría ser la próxima China, puesto que la previsión de ventas de lujo online en 2020 alcanzaría los 43.000 millones de dólares.”
Y es que no sólo de datos económicos vive esta nueva tendencia de compra, sino también de la práctica de adquisición.
Para Lucie Greene, directora de previsión de tendencias a nivel mundial en JWT, el principal inconveniente de hacer una compra online fue descubrir que la pieza en cuestión únicamente se vendía en la tienda física.
Y es que es cierto, al rendirnos al e-shopping, perdemos la experiencia de compra en la tienda física, pero a pesar de esto Laurence-Anne Parent, socio senior de la consultoría Advancy, menciona que para alcanzar las ganancias en comercio online previstas para 2020, las marcas de lujo tendrán que ser activas en redes sociales, puesto que la mayoría de los consumidores consultan Internet antes de realizar un gasto, y muchos confían más en las opiniones vertidas en estas redes sociales que en un dependiente de la tienda física.