Hoy en día los niños son maduros como consumidores, porque tienen muchos medios de información a su alrededor y muchas veces influyen en las compras familiares.
“Aunque los hogares con hijos suman el 35% del total de las familias, representan nada menos que el 70% del consumo general en España”, explica Miguel González-Durán,director de The Modern Kids y autor de ‘El rey de la casa, por qué los niños influyen en nuestra compra’.
En cuanto a hábitos de consumo, los hogares con niños dejan un ticket de $ 250 cada 3 días en promedio, en tanto, los hogares sin hijos realizan un gasto por compra de $ 160 cada 2 días aproximadamente.
Respecto a categorías, cuando hay niños en el hogar se destaca la compra de pañales, leche en polvo, pastas, leches líquidas no saborizadas, yogur entero, gaseosas, azúcar, salchichas, crema de enjuague y postres refrigerados para chicos.
En cambio, cuando no hay niños en el hogar, se destacan estas categorías: vinos, quesos al peso, cervezas, yogur descremado, sifones, quesos crema y fundidos, cremas de belleza, pan de molde, pan de panadería y café molido, afirma Kantar Worldpanel.
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Antes de los tres años, lo fundamental es la calidad y la seguridad, pero los niños empiezan a imponer sus criterios según van creciendo y, en paralelo, en las decisiones de compra se introducen las marcas y promociones extras.
Hay dos tendencias en los niños: la consideración de la comida como parte del ocio y la diversión, y no sólo fuera de casa, donde los niños son prescriptores de los restaurantes a los que va la familia, sino dentro de casa también.
Un dato adicional que presentan es que mientras que los hogares con niños prefieren optar por las grandes superficies para resolver sus compras, los hogares sin niños elijen los canales de cercanía.
“La influencia de los niños en el consumo familiar depende de cinco factores: el estilo de los padres (tienen menos influencia en hogares más tradicionales y conservadores), la edad de los hijos (cuanto más edad más influyen), las características del núcleo familiar (cuanto mayor es el poder adquisitivo y el nivel social, mayor poder de influencia de los menores), el género (los chicos influyen en electrónica, videojuegos y productos tangibles y las chicas en productos que requieren más información: viajes, compra de entradas) y la exposición a medios (cuanta más televisión e internet, más influencia tienen)”, refiere Juan José Delgado, profesor de Marketing de ICEMD/ESIC.
Además, el especialista indica que está demostrado que cuatro de cada 10 artículos que los niños meten en sus carros acaban finalmente en el hogar.
Además, los niños de ahora están sobrecargados de juguetes. En esta categoría se distingue tres tendencias: la preferencia por juegos de equipo y movilidad (tipo Wii o consolas que permitan jugar en equipo y moverse), el deseo de racionalizar en el consumo, preferencia por las opciones que permiten actuar e imitar referentes (disfraces, cantar, teatro, baila) y productos electrónicos.