Las cadenas de fast fashion en el Perú a pesar de haber elevado su importación, el ingreso total de prendas de vestir se redujo 8% (en valor) por las estrategias de los otros retailers, señaló la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
Víctor Oyola, gerente del Comité de Confecciones de la SNI, explicó que las tiendas departamentales están apostando por pequeños lotes de prendas de confección local con tiempos más cortos de despacho, en reemplazo de la importación. Así, rotan sus colecciones casi tan rápido como las fast fashion (cada semana o 15 días).
En el Perú, las fast fashion habrían facturado US$ 150 millones en el 2015, ello debido a que su estrategia es generar la mayor frecuencia de compra y llegan a sacar 25 colecciones al año.
Si bien Oyola admitió que las prendas peruanas no les permiten competir en precio, señaló que la producción local ofrece la ventaja de dar en la preferencia del consumidor peruano. En contraste, la producción global de las fast fashion aún no llega a adaptarse a la talla y otras preferencias locales.
Pese a ello, las fast fashion llegaron a importar la octava parte que las tiendas departamentales, con solo cinco tiendas en el 2015.
Además, el directivo refirió que los pedidos locales apuntan a prendas de moda, mientras la indumentaria básica la siguen elaborando en China. Desde Chile, hace unos meses señalaban que Falabella y Ripley lideraban ese cambio en Perú, que ahora se convierte en una tendencia de la industria.
“Si bien existen unas 150 marcas peruanas de prendas de vestir en malls, estas deben construir identidad y generar experiencia de compra”, sostuvo Oyola al diario Gestión.
LEE TAMBIÉN: Ripley suma más marcas en sus tiendas para contrarrestar oleada fast fashion
¿QUÉ DICEN LOS CONFECCIONISTAS PERUANOS?
Debido a esta competencia, los confeccionistas locales perciben una reducción en el ticket de venta. La gerente general de Pieers, Roxana Monterola, estimó que la caída fue de hasta 20%.
La ejecutiva señaló que difícilmente podrían bajar sus precios al nivel de las ofertas de las fast fashion y que más bien apelarán al diseño, variedad y rotación de prendas.
Por su parte, el gerente general de Textiles Euromod, Miguel Manrique, indicó que los tickets más afectados habrían estado en el segmento de marcas masivas en Lima. Por los anuncios de expansión de Forever 21 y H&M, estimó que la competencia se expandirá a las provincias en el presente año.
Para Oyola, existen elementos que permiten estimar una nueva caída en la importación de prendas de vestir en el 2016. Entre ellos, el aumento en el precio del dólar, la situación económica y la apuesta por la confección local.
Si bien la propuesta de las fast fashion podría ser vista como barata, estas tiendas importan a precios incluso un poco mayores que las departamentales. Sin embargo, reducen sus ganancias con grandes ofertas para colocar altos volúmenes.