Según un comunicado emitido por la empresa -propiedad del grupo francés PPR- ha explicado que debido a un descenso de sus ventas, particularmente las del continente europeo, ha decidido revisar la baja su previsión de facturación anual.
En el caso del beneficio neto, Puma prevé un descenso importante en relación a los 230,1 millones de euros registrados en el último ejercicio. Este descenso se deberá, en gran parte, al programa de transformación que la compañía está llevando a cabo.
La reestructuración consiste en racionalizar costes y aumentar la eficiencia en términos de organización, procesos y sistemas. La empresa estima que estas acciones supondrán un desembolso aproximado de 100 millones de euros.
Con respecto a la previsión para los seis primeros meses del año, Puma ha explicado que pronostica que el beneficio neto se desplome un 13%.
El grupo de moda deportiva y lifestyle cerró el primer trimestre del año con una caída del 4,9% en su beneficio neto, que se situó en 73,9 millones de euros. La empresa ya atribuyó entonces ese retroceso al impacto de la evolución de la economía en Europa.