En Los Ángeles, Starbucks está abriendo una planta de US$ 70 millones, que producirá jugos con fruta exprimida en frío. La fábrica es la última inversión que destaca la decisión de la compañía de transformar su marca de ser sinónimo de café a ser una potencia en alimentos y bebidas.
En los últimos dos años, Starbucks invirtió US$ 750 millones en la adquisición de tres nuevas empresas -los jugos Evolution Fresh, la pastelera La Boulange y la compañía de té Teavana-, buscando imponerse en las estanterías de productos caros y competir en territorio hoy dominado por empresas como Panera y Chipotle. “Tenemos muchas cosas en curso”, dijo Howard Schultz, CEO de la empresa, en una entrevista.
La pastelería y los snacks de La Boulange ahora se presentan envueltos en papel rosa en las vitrinas de 3000 de las 10.000 tiendas domésticas de Starbucks. Este mes, Teavana abrirá su primera casa de té en Madison Avenue, con el objetivo de enseñarles a los clientes cómo pedir té de la misma manera en que piden café en un Starbucks: “¿Alguien quiere un doble soy oolong batido?”.
Los analistas y Wall Street están atentos a ver si la diversificación y expansión se imponen. Dado que el negocio principal de Starbucks sigue concentrado en las horas de la mañana, cuando es más común beber café, la compañía ha luchado durante años por atraer a los clientes a sus tiendas el resto del día. Las bebidas, principalmente el café, aún representan tres cuartos de las ventas totales de la compañía, mientras que los alimentos contribuyen el 19 por ciento. Sus nuevos emprendimientos se ven sostenidos por ganancias récord. En los primeros tres cuartos del año fiscal, las ventas de la compañía crecieron 11,7% a US$ 9900 millones, con las ventas en las tiendas abiertas desde hace al menos un año creciendo 7%, con una producción de ganancias por US$ 1000 millones, un 21% más.
Ahora, pese al agregado de Starbucks en esas vitrinas con jugos y pastelería tentadora, los analistas están advirtiendo los riesgos potenciales asociados a dejar de centrar la atención en su marca aún envidiable y dominante.