Según Alberto Haito, director de Arellano Márketing, del 2003 al 2009 el número de bodegas pasó de 62 mil a 65 mil. Lo mismo sucede con los mercados de abastos, que pasaron de 24 mil a 30 mil.
¿Qué es lo que hace que este canal de venta sea cada vez más fuerte? El especialista señala que hay diversos factores, entre los que se encuentran la cercanía, la posibilidad de fraccionar la compra, el crédito rápido y sin intereses, la interacción social y, sobre todo, en el caso de los mercados, la bonificación.
Por otro lado, con la llegada del canal moderno, muchas de estas bodegas y mercados han tenido que mejorar su atención e infraestructura. “Quien no lo hace, no sobrevive”, remarca Haito.
Sin embargo, estos cambios no solo se dan en el canal tradicional, sino en el moderno. Haito afirmó que ve una nueva tendencia: la de supermercados pequeños.
“Ya hay una propuesta del grupo Interbank para hacerlo, con Supermercados Peruanos”, explica, y aclara que esta tendencia está siendo impulsada por la ausencia de espacios grandes.
Fréderic Gautier, presidente de la consultora IL ACAD World Retail, añade que como ya están tomadas las mejores ubicaciones en Lima y las principales ciudades, los operadores optarán por pequeños hipermercados y una menor variedad de marcas para reducir costos, o implementar cadenas de pequeñas tiendas y bajos precios en áreas de menores ingresos.