En diciembre de 2012, el banco de inversión Greenhill & Co publicó una revisión de Tesco que indujo a pensar que la empresa podría salir del mercado de Estados Unidos. Sin embargo, Fresh & Easy decidió tomar la iniciativa, y con el slogan “Fresh & Easy Still Fighting the Good Food Fight” (Fresh & Easy sigue luchando en la batalla por el buen alimento”) se dirigió a sus fans en Facebook para decirles que podrán continuar realizando sus compras en sus tiendas incluso si la empresa es vendida o se asocia.
La compañía, en su página de Facebook, anunció que “aunque no sabemos exactamente cuál será el resultado de este proceso de revisión estratégica, queremos asegurarles que no tenemos planes de cerrar tiendas y confiamos en que Fresh & Easy puede seguir siendo el mercado favorito del barrio”, escribió
Cabe recordar, que desde su apertura en 2007, Tesco abrió unas 200 tiendas Fresh & Easy en California, Nevada y Arizona, pero no logró obtener ganancias.
El CEO de Tesco, Philip Clarke, informó en diciembre que los ingresos habían sido pobres e insuficientes para apoyar su inversión, por valor de alrededor de US$ 1.600 millones.
“Ahora está claro que Fresh & Easy no rendirá retornos aceptables a los accionistas en un plazo adecuado en su forma actual”, dijo en un comunicado en ese momento.
El ejecutivo aseguró que desde entonces, otras compañías habían manifestado interés en la compra de la totalidad o parte de la cadena Fresh & Easy o en asociarse con ella.
Bob Goldin, vicepresidente ejecutivo de la firma de investigación de mercado Technomic, cree que el problema de Fresh & Easy podría ser que vende alimentos envasados que no atraen a sus clientes. Además, las tiendas no ofrecen los precios más bajos o incluso la mejor selección. En opinión del analista, minoristas de descuento como Dollar General podrían terminar comprando y renovando la imagen de los centros de Fresh & Easy, informó CSNews.