El caso de La Polar cada vez tiene más aristas, esta vez, para que el retailer chileno decida enajenar las acciones de su filial cafetera en forma directa o indirecta, en el marco de su retiro de ese país, sus acreedores deberán alzar y cancelar la prenda y prohibición.
Para garantizar el pago de su Deuda Senior, sus intereses convencionales, moratorios y costos, el retailer se obligó a constituir a favor de los acreedores la garantía prendaria y la prohibición de gravar y enajenar, la totalidad de las acciones de la sociedad anónima cafetera.
En caso que la compañía, como ahora, decida vender las acciones de la colombiana Empresas La Polar SAS en forma directa o indirecta, sus acreedores deberán alzar y cancelar la prenda y prohibición, “siempre que se cumplan una serie de requisitos copulativos”, según la firma.
Una de ellas es que la venta sea resultado de un proceso abierto y competitivo, y que la totalidad del precio sea pagadero al contado y en dinero en efectivo. Y también, que “un banco de inversión elegido por La Polar, de reconocida reputación en Chile, certifique que el valor se encuentre dentro de un rango de mercado, mediante la emisión de una opinión profesional”.
La salida de Colombia, en tanto, le costó a La Polar más de US$77 millones en total, los que reconocerá en sus estados de resultados al 2013 como pérdidas, de acuerdo a lo que reveló a la Superintendencia de Valores y Seguros la firma.
Cencosud, Ripley y Flamingo
Entre los posibles interesados que han sonado para comprar los activos colombianos están Cencosud, que utilizaría esa infraestructura para llegar con su marca de tiendas por departamento París; Ripley, que está en pleno plan de expansión tras haber llegado en 2013 al mercado cafetero, y Flamingo, empresa “paisa” que llegará a Bogotá y que estaría interesada en las ubicaciones del complicado retailer.