Una alianza entre las dos mayores cerveceras del mundo se viene rumoreando desde hace años, pero el resurgimiento de la actividad de fusiones a nivel mundial este año ha vuelto a desatar especulaciones sobre un acuerdo.
AB InBev no está negociando activamente con SABMiller, indicó la fuente, que explicó que la compañía pretende primero tener pactada la financiación para luego proceder a realizar una propuesta formal.
El precio de compra de SABMiller superaría por mucho la adquisición de US$52.000 millones de Anheuser-Busch por parte de InBev en 2008, la mayor transacción en el sector.
Por ello, Anheuser-Busch InBev BUD +1.36% NV conversa con bancos para obtener la financiación de un mega acuerdo, que podría ascender a 75.000 millones de libras (US$122.000 millones), para comprar su rival SABMiller SAB.LN -1.12% PLC, según una fuente al tanto.
Las conversaciones sobre la financiación de la operación tienen lugar después de que SABMiller mostró interés por comprar Heineken HEINY +0.21% NV, una oferta que el domingo la cervecera holandesa informó haber rechazado. La empresa británica no se ha visto desalentada por la negativa inicial y consideraría una nueva propuesta, según otra fuente al tanto de las negociaciones.
AB InBev, empresa belga-brasileña dueña de marcas como Brahma, Budweiser y Stella Artois, poseía cerca de 20% de la cuota del mercado cervecero global en 2013, según el servicio de datos Euromonitor, por delante de SABMiller, con 9,6%, y Heineken, con 9,3%.
Aunque la fusión entre las dos mayores cerveceras del mundo colocaría el control de casi un tercio de la oferta global de esta bebida bajo una sola empresa, los analistas indican que los obstáculos antimonopolio no son insuperables. AB InBev probablemente tendría que vender sus participaciones en dos empresas conjuntas, MillerCoors en Estados Unidos y CR Snow en China.
La compra de SABMiller catapultaría a AB InBev a posiciones de liderazgo en los mercados de Colombia y Perú, al igual que en muchos países en África en los que el fabricante de Budweiser tiene una presencia pequeña.
AB InBev tiene una historia de transformar la industria cervecera con adquisiciones de gran escala. En 2004, la brasileña AmBev y la belga Interbrew se fusionaron para crear la mayor cervecera mundial en términos de volumen. Cuatro años más tarde, la nueva empresa compró Anheuser-Busch y se convirtió en AB InBev.
La empresa ha estado pagando de manera gradual la deuda que asumió para realizar su última adquisición grande: la compra de la mitad que le faltaba de la cervecera mexicana Grupo Modelo, GMODELO.MX -0.02% que se completó en 2013.
Ante el aumento de su flujo de caja, AB InBev se encuentra en buenas condiciones para su próximo gran acuerdo, señalan observadores del sector. “Es la primera vez en un buen número de años que su balance está en orden”, apunta Kris Kippers, analista de KBC en Bruselas.
Recientemente, AB InBev se ha concentrado en impulsar sus ingresos mediante inversiones en ventas y marketing, como su patrocinio de la Copa del Mundo en Brasil. No obstante, la fortaleza de la empresa se encuentra en la reducción de costos, que proporcionó el fundamento para el acuerdo con Grupo Modelo y para su compra de Anheuser-Busch.
El equipo de gestión de AB InBev recortó miles de millones de dólares en costos operativos anuales en esas cerveceras, lo que ayudó a pagar la gran deuda que la empresa había asumido para financiar los acuerdos.
De todos modos, AB InBev tendría que avanzar rápido si quiere comprar SABMiller, dueña de Águila, Cristal, Miller y Foster’s, entre otras marcas.
SABMiller, que cotiza en la Bolsa de Londres, está interesada en Heineken, que distribuiría a través de sus redes en África, según la fuente con conocimiento de las conversaciones. Esta persona agregó que el interés por llegar a un acuerdo con Heineken no estaba motivado por el deseo de bloquear una oferta por parte de AB InBev.
Las acciones de SABMiller acumulan un alza de más de 40% desde febrero, en parte debido a especulaciones de un acuerdo.