Las cifras globales de Abercrombie&Fitch no han evolucionado de una manera positiva. El grupo volvió a repetir como en el 2014, cuando redujo su beneficio un 5%, hasta 51,82 millones de dólares. Las ventas de la compañía, por su parte, también se redujeron un 9%, hasta 3.744 millones de dólares.
Estas cifras negativas volvieron a hacer sonar la voz de alarma dentro de la empresa, que se ha propuesto llevar a cabo un cambio de estrategia para reconducir sus resultados. Los cambios más significativos del grupo han sido la salida del histórico Mike Jeffries de la compañía y un cambio de rumbo para redibujar la hoja de ruta de la empresa en todo el mundo.
“Para que el grupo vuelva a crecer, nuestras marcas deben captar la atención de los millennials. Son un consumidor que quiere gastar su dinero en dispositivos electrónicos y en comer fuera de casa, la moda tiene una participación ridícula en su presupuesto, y eso nos afecta directamente”, explicó Arthur Martínez, presidente de Abercrombie&Fitch, en un comunicado.
Mejorar su red de tiendas, invertir de manera directa en la experiencia de compra, reposicionar a Hollister en Estados Unidos (que ya cuenta con 433 tiendas en Estados Unidos frente a los 250 de Abercrombie&Fitch) para competir con otros operadores que sí captan la atención del consumidor más joven, como Forever21, y continuar con una política de reducción de gastos están siendo las estrategias del grupo en este último ejercicio.
Estas acciones han comenzado a dar los primeros frutos al grupo. La compañía ha empezado a frenar su caída de ventas en este ejercicio, tras cerrar el último trimestre del 2015 con unas cifra de negocio de 879 millones de dólares, sólo un 4% menos que en el mismo periodo del año anterior. Esta disminución es inferior a la de trimestres anteriores, aunque el grupo encadena ya once meses en negativo.
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DESCENSO EN EL TERCER TRIMESTRE
Asimismo, el resultado neto atribuible a Abercrombie&Fitch se duplicó en el tercer trimestre del ejercicio, hasta 41,9 millones de dólares. Por otro lado, las ventas por superficie comparable de la compañía se han reducido un 1% en el tercer trimestre.
Por marcas, las ventas de la cadena Abercrombie cayeron un 6%, cerrando en un total de 412 millones de dólares, mientras que en la segunda línea de la compañía, Hollister, prácticamente se han mantenido, finalizando el periodo en 467 millones de dólares, refiere el portal español Modaes.
Para contrarrestar estos cambios, Abercrombie&Fitch contrató diseñadores de Ralph Lauren y Tommy Hilfiger para otorgarle innovación a sus diseños respondiendo a las nuevas propuestas que buscan hoy en día los consumidores.
Para el cuarto trimestre, la empresa prevé que tanto las ventas (incluso en la época navideña) como el porcentaje de utilidad bruta y los costos de operación, continuarán estancados.
“Reconocemos que aún tenemos mucho por mejorar y seguiremos firmes a nuestras estrategias de innovación para reposicionar nuestras marcas y mejorar la experiencia de compra de nuestras consumidores” sostuvo Martinez.
En Estados Unidos, donde la empresa concentra el 65% de su negocio y suma 780 establecimientos, las ventas han retrocedido un 4%, hasta 573 millones de dólares.
En Canadá, Europa, Asia y Oriente Medio, las ventas del grupo han caído un 3%, hasta US$ 306 millones de dólares. Fuera de Estados Unidos, la compañía suma 171 tiendas. En el tercer trimestre del ejercicio, el grupo ha abierto trece nuevas tiendas y ha cerrado dos de ellas.
A CONTRACORRIENTE EN ESPAÑA
La estadounidense Abercrombie&Fitch nada a contracorriente en el mercado español. Mientras sus ventas globales continúan reduciéndose año tras año, la cifra de negocio de la compañía estadounidense ha crecido un 7% en el mercado español en el último ejercicio.
En la actualidad, el grupo Abercrombie&Fitch cuenta con once establecimientos en España de Hollister, su marca dirigida al público adolescente. Además, Hollister, que está presente en las principales ciudades de este país, es la marca del grupo que cuenta con precios más competitivos.
En 2014, la sociedad Abercrombie&Fitch Spain, que controla las dos marcas en el país ibérico, alcanzó una cifra de negocio de 46,2 millones de euros, frente a los 43 millones del ejercicio anterior.
El beneficio de la compañía en España en 2014 fue de algo más de un millón de euros, una cifra que se ha reducido tímidamente desde el ejercicio anterior, cuando la sociedad registró un resultado neto de 1,4 millones de euros. En el mismo ejercicio, los fondos propios de la sociedad en España, que depende de la filial europea del grupo, eran de 37,3 millones de euros.