Abercrombie se encuentra en plena transformación de su negocio y en los últimos meses ha anunciado medidas como el cierre de su cadena Gilly Hicks. A pesar que las ventas del grupo aumentaron, sus beneficios se han reducido año tras año.
La compañía, que en el primer semestre logró abandonar las pérdidas, ha cerrado el tercer trimestre del ejercicio con unos números rojos de 15,6 millones de dólares (11,5 millones de euros), frente al beneficio de 84 millones de dólares (62,1 millones de euros) del mismo periodo del año pasado.
Las ventas de la compañía en el tercer trimestre (concluido el pasado 27 de octubre) también han registrado una evolución negativa al experimentar un descenso del 12%, hasta 1.033 millones de dólares (764 millones de euros).
Las ventas por superficie comparable, por su parte, han caído un 14%, que corresponde a un descenso del 14% en Estados Unidos y del 15% en el resto del mundo.
Al cierre del tercer trimestre, la compañía contaba con un total de 1.063 establecimientos, 265 de las cuales correspondían a Abercrombie, 144 a Abercrombie kids, 475 Hollister y veinte Gilly Hicks en Estados Unidos.
Una estrategia basada sólo en la marca, un producto sin innovación y un errático proceso de internacionalización han hecho que Abercrombie & Fitch haya mantenido estables sus ventas y su beneficio en los últimos años.
Durante los últimos años siguientes, las ventas del grupo aumentaron, pero su beneficio se reducía año tras año. Este año los analistas lo ven como uno de los peores de la historia de la compañía.
Abercrombie cierre Gilly Hicks
La compañía estadounidense ha anunciado el cierre de la red de tiendas de su marca Gilly Hicks, especializada en moda íntima, en el primer trimestre de 2014.
El grupo ha anunciado una caída de las ventas del 12% en el tercer trimestre del ejercicio, a la espera de que hoy presente ante los analistas los resultados de los nueve primeros meses del año.
Gilly Hicks es la cadena de menor tamaño del grupo, con una red de 28 tiendas, la primera de las cuales se puso en marcha a principios de 2008. Los establecimientos de Gilly Hicks habrán cerrado sus puertas a principios de 2014 y la marca se incorporará a la oferta de Hollister.
Se trata del segundo cierre de una cadena que lleva a cabo Abercombie & Fitch. A finales de 2009, la compañía prescindió de la marca Ruehl, que contaba entonces con un total de 29 establecimientos.