Un estudio de Accenture muestra que el 95% de los consumidores están haciendo cambios significativos y duraderos en su forma de vivir, trabajar y comprar. También ha provocado una recesión económica que está amplificando algunas de las tendencias de consumo que ya se daban antes de la aparición del virus.
En los primeros meses de crisis, algunos consumidores sintieron que tenían más dinero para gastar ya que estaban ahorrando lo que normalmente gastarían en salidas a comer, viajes, conciertos y otras experiencias. Sin embargo, la recesión llegó y, para muchos cambió esa confianza financiera.
Algunas personas aún mantienen la esperanza de que la vida -y el comportamiento del consumidor- vuelva pronto a ser como antes.
Sin embargo, aunque varias tendencias actuales disminuirán un poco, no habrá una vuelta completa a lo que era antes de la pandemia.
Los sentimientos, el gasto y el comportamiento de los consumidores seguirán cambiando. Para sobrevivir y competir en el futuro, muchas organizaciones tendrán que adaptarse a un nuevo mundo.
“La clave del éxito es comprender cómo evolucionan las necesidades, los deseos y los valores de los consumidores. Las empresas deben aprovechar la data para descubrir información sobre sus clientes que les ayuden a crear una fidelidad a través de experiencias atractivas e hiperrelevantes”, sostuvo Gabriela Álvarez, directora ejecutiva de Accenture Interactive.
MITOS IDENTIFICADOS
En ese contexto, un estudio de Accenture identificó 5 mitos que han surgido.
El primero indica que aunque, producto de la pandemia, la preferencia de las personas por marcas económicas ha aumentado, todavía existe un mercado para los productos premium en todas las franjas de ingresos de los consumidores.
Un 58% de los consumidores dice que está manteniendo o aumentando sus compras en marcas premium y 57% de ellos cuenta con ingresos bajos o medios. En estos momentos, los consumidores están probando nuevas marcas, por lo que no hay que dar por sentada la lealtad.
En segundo lugar, los problemas de disponibilidad de productos al comienzo de la crisis, junto con las nuevas demandas de productos saludables, ecológicos y de origen local han llevado a muchos consumidores a probar marcas alternativas por primera vez.
El 63% de las personas a nivel mundial afirma haber cambiado las marcas que compran, y las locales se benefician de la caída de las compras experimentada por las marcas globales.
Como tercer punto está el uso de las personas de sus hogares como centro de entretenimiento y para sociabilizar. De acuerdo con el estudio, un 67% de los consumidores planea hacer la mayor parte de sus actividades sociales desde su casa en los próximos meses.
Como cuarto punto destaca que el 73% de las personas a nivel global disfruta el trabajo remoto y 35% planea hacerlo al menos una vez a la semana en el futuro. Algo que podría cambiar nuestra forma de vivir.
Y lo último es que los consumidores seguirán comprando online, a tasas más altas que las que había pre pandemia. Las barreras históricas se han disuelto.
Grandes grupos de consumidores que antes no realizaban transacciones en línea han probado comprar online en los últimos meses. Las personas que antes no querían comprar alimentos en línea lo han encontrado mejor de lo esperado.
“Las empresas tendrán que repensar la experiencia general del consumidor, incluidas las rutas digitales al mercado. Es hora de que las industrias y las organizaciones trabajen como socios y no como adversarios, ya que puede ser un intercambio mutuamente beneficioso”, finalizó la ejecutiva de Accenture Interactive.