Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.
http://www.americaeconomia.com
Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.
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Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.
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Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.
http://www.americaeconomia.com
Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.
http://www.americaeconomia.com
Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.
http://www.americaeconomia.com
Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.
http://www.americaeconomia.com
Según The New York Times, en septiembre del 2005, un abogado de Walmart recibió un correo electrónico de Sergio Cicero Zapata, un ex ejecutivo de Walmart de México, donde describía cómo la filial había pagado sobornos para obtener permisos para construir tiendas en el país.
Walmart envió investigadores a la Ciudad de México y encontraron pruebas de cientos de pagos sospechosos por un total de más de US$24 millones, pero directivos de la compañía decidieron cerrar la investigación y no notificaron a los funcionarios de seguridad de Estados Unidos o México, añadió the New York Times.
Según el periódico, el actual presidente ejecutivo de Walmart, Mike Duke, y su predecesor, Lee Scott -quien aún es parte del directorio de la compañía-, están entre los altos ejecutivos que al parecer estaban al tanto de la situación.
Walmart dijo que había dado a conocer su investigación al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la Comisión de Valores. La compañía informó que había tomado medidas en México para impulsar los controles internos para el cumplimiento de la FCPA.
Otros analistas dijeron que bajo la estructura de Walmart cualquier acción drástica, como el despido de altos ejecutivos, no puede ocurrir rápidamente.
La base de accionistas incluye a la familia del fundador Sam Walton, que posee casi el 50% de las acciones de Walmart, por lo que es difícil presionar por cambios inmediatos. El hijo mayor de Walton, S. Robson Walton -conocido como Rob-, es el presidente de la junta directiva, y su hermano menor, Jim, también la integra.
Walmart dijo en un comunicado el sábado que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones hechas en el reporte del Times y comenzó una investigación sobre el cumplimiento de las leyes anti-soborno el pasado otoño. Se negó a que alguno de sus ejecutivos hiciera comentarios y dijo que la investigación estaba en proceso.
“El artículo del New York Times pinta un panorama preocupante para Walmart que probablemente tendrá ocupada a la compañía en los próximos años”, dijo Michael Koehler, profesor de la Universidad de Butler y un experto en la ley estadounidense sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por su sigla en inglés), una legislación de la década de 1970 que prohíbe los sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
Richard Cassin, un abogado de la FCPA, dijo que Walmart enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a los reguladores de Estados Unidos de que sus problemas se limitan a México.
“Antes de que cualquier resolución con las autoridades de Estados Unidos sea posible, la empresa tiene que mirar debajo de cada piedra por cualquier posible corrupción. ¿Hay problemas similares en China u otros países? Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos van a querer saber. Los accionistas de Walmart se harán la misma pregunta”, explicó.
Cicero identificó a Eduardo Castro-Wright como la fuerza impulsora detrás de años de corrupción, según el Times, añadiendo que ningún representante de Walmex ha sido sancionado.
Castro-Wright se convirtió en presidente ejecutivo de Walmex en el 2003 y fue nombrado presidente ejecutivo de Walmart de Estados Unidos en el 2005.
El pasó a ser vicepresidente en el 2008 y lideró el comercio electrónico a partir del 2010 hasta enero de este año, y tiene previsto jubilarse el 1 de julio. No pudo ser contactado para hacer comentarios.