A principios de año, Adidas demandó por unos cuantos millones de dólares a la marca de lujo estadounidense Thom Browne tras alegar que se ha beneficiado con el uso de sus emblemáticas rayas. Sin embargo, la firma alemana perdió la batalla legal.
Según la compañía de indumentaria deportiva, Thom Browne se ha dedicado a imitar la marca de las rayas de Adidas de una manera que probablemente cause confusión en el consumidor y engañe al público en relación al origen, el respaldo, la asociación o la afiliación.
No obstante, un jurado de Manhattan sostuvo que Adidas no pudo demostrar que el uso de rayas en la ropa de Thom Browne infringía la marca registrada de tres rayas del gigante deportivo.
El jurado encontró que los diseños de rayas paralelas de la casa de moda probablemente no causarían confusión entre los consumidores con los productos de Adidas, lo que puso fin a un juicio que comenzó el 3 de enero en el Tribunal Federal de Manhattan. Thom Browne argumentó que, entre otras cosas, sus diseños tienen un número diferente de rayas (cuatro en lugar de tres).
Además, Thom Browne subrayó que la confusión entre los diseños de las empresas era poco probable porque “operan en diferentes mercados, atienden a diferentes clientes y ofrecen sus productos a precios sorprendentemente diferentes”. También mencionó que las rayas son un elemento de diseño común para la ropa.
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Un portavoz de Adidas dijo que la compañía estaba decepcionada con el veredicto, pero que seguirá haciendo cumplir atentamente su propiedad intelectual, incluida la presentación de las apelaciones correspondientes. Mientras que desde Thom Browne expresaron que la empresa estaba satisfecha con la decisión del jurado.
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Recordemos que Adidas había planeado pedir un monto de US$ 867.225 por daños y perjuicios. Según la firma alemana, esta es la cifra que habría recibido en regalías si las marcas se hubiesen unido para lanzar una colaboración. Además de otros 7 millones por los beneficios que Thom Browne generó gracias a la venta de ropa y calzado con rayas. También había solicitado una orden judicial que impidiera que Thom Browne use los diseños.
Antecedentes de la demanda entre Adidas y Thom Browne
El conflicto entre ambas firmas tiene su origen desde el 2001, cuando fue creada la marca de lujo Thom Browne haciendo uso de líneas similares a las de Adidas como un detalle importante de imagen.
En un comienzo, lo habitual en las prendas de Thom Browne eran tres rayas, pero con el paso de los años la compañía estadounidense fue creciendo y Adidas se opuso a que se siguiera haciendo uso de ese distintivo, ya que era una forma indirecta de plagiar para confundir a los consumidores. A raíz de esto, Thom Browne cambió su diseño y agregó una línea más para diferenciarse de la firma deportiva. Aun así, el gigante alemán seguía alegando que el estampado continuaba siendo muy parecido al suyo.
Durante más de 10 años todo se mantuvo relativamente tranquilo entre ambas empresas, pero en 2018 Adidas volvió a interponer un recurso legal debido a que las líneas que están registradas desde hace décadas bajo su derecho han sido usadas de manera ilegal para lucrarse con un nuevo contrato que sí identifica a Thom Browne como marca deportiva, ya que el diseñador colaboró para el FC Barcelona con prendas similares a las que hace la marca alemana.
Adidas presentó entonces oposición a la solicitud ante la Oficina de Marcas de la Unión Europea y buscó negociar un nuevo acuerdo con la marca 10 años después de que el grupo de moda de lujo cediese por primera vez ante el gigante deportivo.
Adidas pierde disputa legal
Aunque dicha demanda se presentó en 2018, han pasado varios años donde ambos han justificado las razones tanto de la petición de pago de derechos que hace Adidas como la justificación de Browne para usar las rayas. Pero como ninguno ha cedido, el 3 de enero de 2023 empezó el pleito definitivo en los tribunales a cargo del juez Jed Rakoff para definir quién tiene la razón y Adidas perdió la disputa legal.