Las empresas con presencia en Rusia siguen sufriendo el impacto del conflicto bélico iniciado por Vladimir Putin. La cervecera AB InBev, dueña de la marca Budweiser, anunció que inició negociaciones con su asociada turca Anadolu Efes para venderle su participación en el mercado ruso.
AB InBev, una de las compañías cerveceras más importantes del mundo, asumirá un impacto adverso de 1.100 millones de dólares por la venta de su participación minoritaria en AB InBev Efes, la sociedad conjunta rusa que mantiene con la empresa turca Anadolu Efes, como consecuencia de la guerra en Ucrania.
La multinacional AB InBev, con sede en Leuven (Bélgica), anunció que las negociaciones también incluyen la suspensión de la licencia para la producción y venta de la conocida cerveza Budweiser en Rusia.
Cabe señalar que AB InBev es también dueña de Chernigivske, la marca de cerveza más querida en Ucrania y es muy popular en países como Reino Unido, Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Dinamarca, Austria, Polonia, e Italia.
De hecho, las ganancias de su venta se destinarán, según señaló la compañía, a apoyar los esfuerzos de ayuda humanitaria, lo que garantiza al menos cinco millones de dólares de apoyo por parte de la cervecera a Ucrania.
Otras firmas cerveceras también dijeron adiós
Cabe recordar que la firma cervecera neerlandesa Heineken y Carslberg, de origen danés, también pusieron fin a sus operaciones en Rusia debido a la invasión en Ucrania.
Heineken poseía 16 marcas locales en Rusia, además de vender una docena de marcas internacionales, incluida Amstel, al tiempo que la operación de Carlsberg en Rusia desde 2000 incluía a la conocida marca Baltika.
Se estima que la salida de Rusia de Carlsberg afectó a 8.400 empleados, una quinta parte del total de colaboradores de la empresa en todo el mundo. La actividad comercial de esa empresa en Rusia representó ganancias por 953 millones de dólares en 2021, cifra que a su vez representa el 13 % de sus ventas totales.
En tanto, con la salida de Heineken de Rusia, se calcula que cerca de 1.800 personas se quedaron sin empleo, no obstante, la entidad advirtió que seguirá velando por su bienestar (al menos hasta el final de 2022), y que su salida de Rusia se dará de manera gradual para evitar que eventualmente se fuese a nacionalizar la empresa.
La compañía aseguró que espera asumir un impacto adverso de casi 450 millones de dólares tras su salida de Rusia.