Uno de los principales temas que ha llenado las páginas de los principales diarios económicos de Colombia es la denuncia de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) –el equivalente del Indecopi— sobre un presunto cartel de precios en el mercado de pañales para bebés de ese país.
El caso de la concertación de precios en Colombia ha sido bautizado como el “Cartel de los pañales”.
Si bien la acusación se concentra en Colombia, la evidencia sugeriría que las prácticas anticompetitivas podrían también haberse dado en otros países de la región donde las empresas involucradas operan. Dentro de estas empresas resalta la transnacional Kimberly-Clark (KC).
La relevancia de la denuncia va más allá de su efecto sobre el mercado local de pañales. Ésta podría sentar un precedente para que las autoridades de competencia de la región sean más proactivas en investigar prácticas colusivas.
Además, pone en tela de juicio la cultura y las prácticas de una de las empresas más premiadas en los últimos años.
Tras meses de investigación, la SIC acusó a los principales fabricantes de pañales desechables de Colombia por colusión en precios, calidad de los productos y hasta mecanismos de comercialización.
Las marcas involucradas concentran más del 95% del mercado colombiano de pañales desechables, que es liderado por Winny, de la colombiana Tecnoquímicas, seguido por Pequeñín, de la colombiana con capitales suecos Familia, Huggies, de la transnacional KC, y Baby Sec, de la chilena CMPC. De las cuatro firmas involucradas, las dos últimas tienen presencia en el Perú.
Dos de estas cuatro empresas han admitido la práctica como parte del Programa de Beneficios por Colaboración (PBC), que les permite ser exoneradas o pagar una multa reducida a cambio de reconocer los hechos con pruebas concluyentes a la SIC.
De ahí que la evidencia que sustenta la investigación comprende alrededor de 700 correos electrónicos, 30 testimonios y pruebas de más de 20 reuniones en Colombia y en el extranjero, incluido el Perú.
La denuncia ha salpicado al resto de la región. “Todo el mundo en las regionales de las empresas sabía de los acuerdos”, declaró a un diario colombiano un ejecutivo que colabora con la investigación.
En el Perú se ubica la sede corporativa de la región andina de KC, que comprende a Ecuador, Venezuela, Bolivia y Colombia.