La pandemia de COVID-19 causó estragos en algunas categorías minoristas. En el caso de Asia Pacífico, un informe de Euromonitor International reveló que se registró un 4% de disminución en las ventas del 2020, pero a pesar de ello, la región continúa impulsando la industria, gracias a gigantes tecnológicos, como Alibaba y JD.com. En segundo lugar, después de América Latina, se prevé que Asia Pacífico tenga mayores ventas durante el periodo 2020-2025, siendo la digitalización, la conectividad y la demografía, impulsores de la evolución de la región como centro de innovación después de una pandemia.
Por otro lado, las ventas online han tenido un buen comportamiento. La región registró un crecimiento de dos dígitos en el comercio electrónico en 2020. La conectividad móvil de clase mundial permite la transformación digital en industrias como la venta minorista, respaldad por segmentos de consumidores que conocen perfectamente la tecnología.
Asimismo, el pago de proximidad se ha convertido en la próxima gran oportunidad para muchas empresas Fintech, mientras los minoristas integran sus operaciones físicas y online.
Euromonitor destaca que hay algunos ganadores más destacados a tener en cuenta: India por su enorme economía impulsada por el consumo interno, Japón y Corea del Sur por sus tecnologías avanzadas y la floreciente clase media de China. Estos cuatro mercados también, como era de esperar, se encuentran entre los 10 principales países del mundo con el mayor potencial de comercio electrónico.
Las economías emergentes en el sudeste asiático, incluidas Indonesia y Filipinas, fueron testigos de un aumento en el comercio a través de WhatsApp, Instagram y Viber. A medida que el panorama minorista se vuelve más competitivo, los jugadores luchan por mantenerse relevantes en el mundo digital.
El informe destaca las 100 principales empresas del sector minorista en Asia Pacífico, teniendo a Alibaba a la cabeza de la lista. Sin dudas, el comercio electrónico seguirá siendo un sector clave para aumentar las ventas en el retail, aprovechando que los consumidores ya están acostumbrados a la tecnología y es más fácil que puedan comprar vía online y adaptarse a nuevos métodos de pago.