El gigante estadounidense del comercio electrónico Amazon lleva años prestando especial atención a lo que denomina la “última milla”, la fase final de la entrega de bienes a particulares y empresas, explorando distintos modelos.
Ante tal contexto, Amazon se encuentra en conversaciones con Simon Property Group, el mayor dueño de centros comerciales en Estados Unidos, para usar algunos de sus espacios como centros para agilizar la entrega de pedidos, según informó el medio de comunicación estadounidense The Wall Street Journal.
Las dos empresas, señala el diario, llevan discutiendo varios meses, ya desde antes del estallido de la pandemia del coronavirus, y han explorado la posibilidad de utilizar tiendas ocupados anteriormente por J.C. Penney y Sears., dos grandes cadenas declaradas en bancarrota.
La posible operación simboliza la transformación que se vive en el comercio minorista, acelerada con el coronavirus, en la que crecen las ventas a través de internet por el decrecimiento de las visitas a los centros comerciales, según Forbes.
Para Simon Properties, la alianza con Amazon puede representar una oportunidad de ocupar espacios que están dejando vacíos muchos grandes almacenes y otras tiendas, mientras que para la empresa de Jeff Bezos sería una forma de seguir mejorando su capacidad para el reparto de pedidos.
Los centros comerciales ofrecerían a Amazon más espacio de almacenamiento en lugares próximos a los clientes, donde sería fácil para los repartidores cargar y descargar paquetes y acelerar todo el proceso.