Representantes de importantes gremios y organizaciones del sector privado se reunieron para la firma de un comunicado conjunto que resalta la urgencia de erradicar el cáncer de cuello uterino (CDCU), la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres peruanas de entre 18 y 44 años.
Esta iniciativa, impulsada por la Fundación Peruana de Cáncer y respaldada por diversas organizaciones como la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), la Cámara de Comercio Americana del Perú (AMCHAM), la Cámara de Comercio de Lima, la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos del Perú (ALAFARPE), la Asociación de Bodegueros, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Women CEO Perú, y la Asociación PYME, hace un llamado a priorizar la salud de las mujeres en la agenda nacional.
El comunicado subraya la necesidad de cerrar las brechas de acceso a la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que causa el 90% de los casos de CDCU. A nivel nacional, la cobertura de vacunación ha alcanzado al 87% de la población objetivo, sin embargo, regiones con alta incidencia de mortalidad, como Loreto y Ucayali, presentan importantes brechas de acceso. Además, se pide una estrategia de tamizaje para asegurar la detección temprana del CDCU, con pruebas moleculares que tienen una efectividad del 90% en identificar lesiones precancerígenas.
Perú, como país anfitrión de APEC 2024, se encuentra en una posición privilegiada para liderar la erradicación del CDCU y construir un sistema de salud inclusivo y resiliente que asegure un futuro libre de esta enfermedad para las mujeres peruanas. Los firmantes del comunicado instan al gobierno a implementar una “Estrategia Integral a nivel Nacional para la erradicación de CDCU” y a desarrollar políticas de prevención, diagnóstico temprano y tratamiento que garanticen la sostenibilidad de esta cruzada, involucrando tanto al sector público como al privado en este objetivo.
Este esfuerzo conjunto representa un paso significativo para reducir el impacto económico y social que esta enfermedad impone en las familias y en la economía peruana. La participación de estos gremios y organizaciones refleja un compromiso sólido para mejorar la salud y el bienestar de las mujeres y de todas las comunidades del país.