La Asociación Automotriz de Perú (APP) constató tras último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) que la actividad del sector automotriz creció un 3.3% en el mes de marzo, lo que significa una recuperación luego de dos caídas consecutivas.
De acuerdo con el INEI, el índice de actividad económica creció un 0.22% en el tercer mes del 2023, en comparación con el mismo periodo del año pasado, menor al consenso del mercado de 1.1%.
Desempeño de distintas categorías del sector automotriz
El gremio automotor indicó que el sector Comercio se expandió en 2.95% en marzo último a tasa anual, gracias al incremento en los rubros de ventas al por menor (2.64%), ventas al por mayor (3.06%) y actividad automotriz (3.03%).
La entidad estadística también señaló que el crecimiento en el mes de marzo fue influenciado por la mayor compra de vehículos livianos (camionetas todoterreno, automóviles, camionetas Pick up y furgonetas), en respuesta a las estrategias publicitarias y portafolio de marcas y modelos.
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También hubo un incremento de ventas de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores por nuevos contratos y políticas comerciales. Otro aspecto que registró incremento fue el de mantenimiento y vehículos automotores por campaña de verano y mayor circulación del parque automotor.
Por otro lado, se registró una disminución de venta, mantenimiento y reparación de motocicletas, así como de sus partes, piezas y accesorios.
Proyecciones para los próximos meses
Tras un primer trimestre cargado de situaciones perjudiciales para el normal funcionamiento de las diversas actividades económicas, incluyendo el sector automotriz, la AAP espera que a partir desde abril la economía peruana registre un mejor desempeño, impulsado por sectores como minería e hidrocarburos y comercio, los cuales podrán trabajar a una mayor capacidad, en comparación con lo sucedido en el primer trimestre.
Igualmente, la APP destacó, dentro del panorama para el presente año no se puede dejar de mencionar algunos elementos que se manifiestan como factores de riesgo, como la alta inflación, la desaceleración del consumo privado y de algunos indicadores del mercado laboral, la caída de la inversión privada, el eventual desarrollo de un Fenómeno de El Niño, así como las menores expectativas de crecimiento de la economía mundial, que en conjunto podrían llevar a que la economía nacional crezca a un menor ritmo que el 2022.