En un memorando interno obtenido por Business Insider, Angela Ahrendts, jefa de distribución de Apple, dijo a los empleados que deberían ayudar a los clientes a migrar a compras en sus tiendas online.
“Este es un cambio significativo en la forma de pensar, y necesitamos su ayuda para que esto ocurra”, dice en la nota.
La medida es un aparente intento de evitar las largas colas, la decepción en los bajos inventarios y los inconvenientes que acompañaron el pasado lanzamiento de los iPhone 6.
Además de este cambio en el enfoque de ventas, los clientes tendrán dificultades para tratar físicamente el Apple Watch, que se mostrará bajo vitrinas en las tiendas.
Este es de hecho un cambio significativo en la forma de pensar, y es difícil saber cómo será para los clientes que van a las tiendas de Apple para probar las cosas, tomar clases y familiarizarse con sus nuevos productos una vez que ellos los reciben, y obtener ayuda técnica y reparación.
No poder probar el nuevo reloj de Apple, parece una medida extrema y sonaría como a una estrategia de marketing, para hacer de este reloj una rareza, que solo se puede tocar si la adquieres.
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