La ambición de las apps de delivery por crecer de manera acelerada ha perjudicado su rentabilidad y ahora se enfrentan a miles de despidos, al desplome de sus acciones y a una guerra por su supervivencia. En parte, debido a que queman mucho dinero construyendo operaciones masivas e intentando ofrecer mejores servicios para posicionarse como líderes en el mercado y todo esto requiere de grandes inversiones.
¿Qué pasa cuando se acabe el dinero de los inversores?
Según un artículo publicado por Business Insider, toda una categoría de plataformas como Uber, Lyft, DoorDash, Instacart y otras similares han construido operaciones masivas sobre una propuesta deficitaria. Estas empresas, desde los taxis hasta el reparto de comida, son negocios sencillos que permite a sus responsables obtener beneficios.
Sin embargo, en la búsqueda de grandes ideales, desde el “futuro del transporte” hasta el “futuro de la alimentación” y de una mayor financiación, estas empresas pierden dinero mientras persiguen el crecimiento. En el camino queman dinero, clientes y proveedores.
Cuando las valoraciones de las empresas tecnológicas se desmoronan y los inversores se deshacen de sus participaciones en startups no rentables, estas se enfrentan a un importante ajuste de cuentas.
El medio citado relató que a pesar de que Uber no fue la primera compañía de la economía de plataforma, su auge en 2009 alentó a una generación de emprendedores a intentar fundar empresas basadas en trabajos por encargo y aplicaciones móviles, las cuales obtuvieron una financiación “barata” debido a los inversores buscaban rentabilidad en propuestas cada vez más arriesgadas.
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Por lo tanto, los inversores del sector apostaron por estas startups poco rentables, pero que generaban mucho ruido, con la esperanza de que el sacrificio temporal del flujo de caja y las enormes pérdidas del presente condujeran a un crecimiento explosivo y, finalmente, a una mayor rentabilidad.
Con el paso del tiempo, se han creado una gran cantidad de apps de delivery, transporte y otros servicios como Gorillas, Zapp, Getir, Weezy, Jiffy, Gopuff, Yango Deli, Buyk, Fridge No More, Jokr, Voly, Market Kurly e Instacart. Estas aprovecharon la crisis de la pandemia del COVID-19 para captar un total de US$ 14.000 millones.
¿Qué hace las apps de delivery para frenar las deudas?
A pesar de que estas plataformas brindan una gran variedad de servicios, se ven estancadas en su rentabilidad. Entre 2018 y el primer trimestre de 2022, los usuarios de Uber han gastado 53.000 millones de dólares en la plataforma, mientras que Uber ha quemado aproximadamente 73.000 millones de dólares en costes, incluyendo la construcción de oficinas”, ejemplificó Business Insider.
Recurre a constantes ventas de acciones, deuda y bonos convertibles a inversores externos. Esto representa que empresas como Uber necesitan inyecciones periódicas de dinero para continuar funcionando. En tanto, muchas compañías no rentables se mantienen a flote gracias al dinero de los inversores.
Apps no invierten en el equipamiento o mano de obra de sus servicios
Por otro lado, estas empresas continúan acumulando pérdidas mientras apenas invierten en el equipamiento o la mano de obra de sus servicios fundamentales. Este tipo de plataformas no contratan directamente a sus trabajadores, lo que supone que tienen pocas obligaciones para con sus conductores y repartidores.
Además, en países como Estados Unidos el gasto por combustible, que antes corría únicamente a cuenta del conductor, se comparte ahora con el pasajero. Los clientes pagan precios cada vez más elevados por los viajes.
Algunas plataformas como DoorDash también cobra recargos tanto al restaurante como al comensal, pero a pesar de esto la empresa perdió casi 500 millones de dólares en 2021.
Estas firmas construyeron sus negocios sobre un terreno inestable, luchando por cuota de mercado en lugar de construir negocios sostenibles. Ahora sus prioridades se están volviendo en su contra.
Inflación y rigidez
La inflación y la rigidez del mercado laboral están reduciendo los costes de los insumos de las empresas. El incremento y la volatilidad de los precios de las acciones harán más difícil que las compañías encuentren nueva financiación cuando la necesiten. Asimismo, los inversores le están dando la espalda a estas empresas que antes eran tan queridas.
Situación de algunas plataformas
Business Insider recogió en su artículo que Uber ha perdido casi la mitad de su valor. Por otra parte, recordó que Fridge No More, una compañía estadounidense de reparto, cerró sus operaciones después después de que fracasaran las conversaciones con DoorDash para su venta. ¿La razón? “los inversores estaban preocupados por el hecho de que cada orden conllevara pérdidas a la empresa”.
Adicionalmente, Gorillas a mediados del año inició despidos y anunció su salida de varios mercados europeos. Getir y GoPuff también recortaron su planilla de empleados.
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Durante años, el crecimiento económico y los bajos tipos de interés permitieron que las empresas de esta economía digital se convirtieran en nombres conocidos, gigantes en las bolsas de medio mundo y grandes empleadores sin llegar a ser empresas viables.
Ahora que la economía, el mercado y la regulación se han vuelto en su contra, estas empresas se ven obligadas a librar una guerra existencial que probablemente pierdan en defensa de sus modelos de negocio insostenibles.