Una fuerte polémica está estallando en la industria de los supermercados en Argentina. El conflicto comenzó cuando políticos y representantes del comercio de las provincias lanzaron una ofensiva contra el ingreso de las grandes cadenas de supermercados en las ciudades del interior del país, consignó el periódico argentino El Cronista. Se trata de las regiones donde los operadores dominantes en las grandes ciudades buscan ampliarse para acceder a nuevos consumidores. De los más de 40 millones de habitantes de Argentina, sólo 3 millones viven en la capital.
El argumento de estos sectores es que la escasez de terrenos y la fuerte competencia de las cadenas extranjeras está amenazando la subsistencia de los pequeños comercios locales.
La Cámara Argentina de Supermercados (CAS), que agrupa a los actores más pequeños de las provincias, presentará mañana una propuesta al Congreso nacional para que restrinja el número de hipermercados y supermercados que pueden construirse en una localidad, basándose en una relación entre la cantidad de habitantes y la superficie de terrenos disponibles.
El proyecto cuenta con el respaldo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), ya tiene un precedente exitoso, luego de que la semana pasada se frenara la apertura de nuevas ferias en la provincia de Buenos Aires. En la provincia de Entre Ríos las autoridades locales presentaron un decreto paralizando durante un mes la aprobación de nuevos proyectos. Algo similar se resolvió en Santa Fe y varios municipios en la provincia de Buenos Aires estudian propuestas en esta misma línea.
Las restricciones también afectarían otros formatos, como los modelos express e incluso las tiendas de conveniencia.