Un comedor totalmente distinto. A Amancio Ortega, dueño de Inditex, le preocupa cómo son alimentados y tratados sus trabajadores en su empresa. Por eso, en el centro logístico de su marca Zara en Galicia, se ha instalado un concepto innovador de 360 grados.
En apenas un año de operación, este espacio ha recibido la certificación LEED Oro, debido a su eficiencia energética en las instalaciones. A su vez, ha logrado ser reconocido por la asociación ecogastronómica Slow Food, como restaurante de kilómetro cero.
Cabe mencionar que este formato es único en el mundo. De acuerdo al diario El País, este formato cuenta con una superficie de 4.800 m2, repartidos en dos plantas: en la superior, el restaurante, y en la plana baja, la zona de producción, ya que se trabaja con productos de primera gama.
HABLEMOS DE LA COMIDA
Los 75 empleados del proveedor gastronómico Sodexo, sirve más de 1.600 comidas, según la última memoria económica de Inditex. La compañía también compra el 65% de los productos a negocios locales. Tal es el caso de Agronuquel, que según su propietaria Bárbara Rivera, se abastece al comedor de la rúcula que cultiva a 50 kilómetros de Arteixo.
“Les proveemos de unos diez kilos de este brote a la semana, aunque ahora en verano vamos a introducir canónigos y berros, porque lo que buscan es un producto fresco, ecológico y de cercanía”, explica Rivera.
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Y los alimentos marinos no se quedan atrás, pues la gran cantidad de pescado que comen los empleados de Zara son de kilómetro cero, sostenible, de cerco (bajura) y capturado artesanalmente.
“Todo tiene que ser de temporada. Mi historia es un poco romántica, porque yo trabajé en Zara durante tres años, pero no seguí y esa fue una espina que me quedó clavada, así que ahora es un orgullo servirles el pescado y formar parte de esa gran familia”, recuerda Mónica Pereira, dueña de la marca Pescados Loureda.
UN ESPACIO LIBRE DE PLÁSTICO
Además de una alimentación sana y responsable, abarcan varios aspectos, como la protección y regeneración del entorno, la reducción del impacto sobre el clima y los recursos naturales, la concienciación y cambio de actitud social.
Una de las medidas del comedor colectivo es el de contar con un espacio libre de plásticos de un solo uso. Por eso, se han eliminado las botellas de este material, al igual que las latas de refresco. En cuanto a las bebidas, el agua tratada se sirve de grifo y los refrescos, también, a granel.
“Pero no se ha acabado solo con estos envases sino con los residuos que genera toda la logística que acompaña a la distribución de una bebida. Este es el futuro de la restauración colectiva, buscar alternativas, y sobre todo saber comunicárselo a los empleados para que conozcan el impacto medioambiental que tiene una bolsa o una servilleta de papel”, asegura Isabel Coderch, fundadora de Te lo sirvo verde, consultora especializada en restauración sostenible, que desde 2016 trabaja con Inditex en el diseño de esta estrategia.
El reto para el cierre de 2019 es generar cero basuras: en la actualidad, solo un 2,5% de los residuos son no reciclables.
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