En el mes de febrero se conoció la decisión oficial del CEO de Amazon de dimitir oficialmente de su cargo sin previo aviso. De hecho, según fuentes ligadas a la compañía, personal que laboraba cerca de la oficina del CEO se enteraron un par de días antes de publicarse la noticia.
Fue entonces cuando Bezos formalizó su paso a presidente ejecutivo y firmó los papeles exigidos por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos en donde se detalla que “ante cualquier cambio sustancial en la compañía, éstas deben se presentarse en un plazo de cuatro días hábiles” y fue así como el CEO de Amazon Web Services, Andy Jassy, pasó a esperar a que se llegue el tercer trimestre de este año para sustituir a Jeff Bezos como CEO de Amazon.
No obstante, esta no fue una decisión que se tomó a la ligera, pues, entre bambalinas, el plan de Bezos de renunciar finalmente al título de CEO se había estado gestando durante años, a través del proceso interno de planificación para la sucesión de la compañía.
Según una investigación realizada por Business Insider, la planificación para la sucesión en Amazon implica una revisión anual de los planes de futuro del equipo de los principales ejecutivos y de los aspirantes a ocupar cargos de responsabilidad, así como un gráfico que traza un mapa de las estrellas emergentes de la empresa. También se anima a los ejecutivos a mantener conversaciones sobre la sucesión con dos o tres subordinados directos, en caso de que se produzca un cambio inesperado.
“Se trata de un procedimiento bastante riguroso que se basa en una intensa burocracia, años de investigación y un diálogo constante que conduce a una continuidad de la gobernanza dentro de Amazon que está tan orientada al detalle como la propia empresa”, explica el informe.
Personas familiarizadas con el proceso dicen que es más un sistema informal que un programa establecido, con la suficiente flexibilidad como para permitirle a Bezos mantener el nombramiento de Jassy y el momento exacto de su renuncia en secreto.
Sin embargo, es una táctica estratégica eficaz pero poco conocida de Amazon que puede ayudar a la empresa a realizar una transición fluida a la era posterior a Bezos en medio de la mayor reorganización de la dirección en sus 27 años de historia.