La moda deportiva se fortalece en la mayoría de los mercados del mundo y las principales marcas ven ello en sus resultados y es que internet ha generado un espectacular espacio de interacción y modificación en los hábitos de compra tanto para los deportistas profesionales como para los amateurs.
Una de las principales tendencias es el estilo “athleisure” que surge de la mezcla de dos palabras: athletic (atlético) y leisure (ocio), los cuales se unen para darle un ‘upgrade’ al look usual.
Asimismo, las colaboraciones entre celebridades y marcas se están volviendo cada vez más frecuentes, como la que hace poco realizo Beyoncé con Topshop.
Y es que el incremento por la vida sana y el ‘boom’ del running o yoga en el sector femenino ha abierto un nuevo nicho de negocio para las firmas textiles en la creciente tendencia de la moda deportiva.
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Los operadores de indumentaria deportiva como Adidas, New Balance, Nike y Puma se han sumado a Lululemon, una marca especializada en moda deportiva inspirada en el yoga, y que hoy en día uno de los fenómenos actuales del sector a escala internacional.
Además, también encontramos a la estadounidense Under Amour que ha sabido desarrollar sus productos colocándose inmediatamente después de Nike, convirtiéndose en uno de los mayores dolores de cabeza de la multinacional alemana Adidas.
De acuerdo a Vogue, la clave del athleisure consiste en crear looks híper cómodos y muy femeninos, en un perfecto equilibrio entre esas prendas sport y otras tendencias del otoño. Los leggings, los top, las bómber, y las deportivas son protagonistas, sí, pero siempre sumando elementos que les aporten un toque sofisticado.
La cadena española de moda fast fashion Zara, propiedad del grupo Inditex, también se ha lanzado al negocio de la moda deportiva con sus nuevas colecciones de Zara Sport, sumándose así a la tendencia del fitness y el running.