Las regiones amazónicas vienen atrayendo grandes inversiones, primero de retail y luego de otros sectores. La mejora de sus economías en los últimos años las ha convertido en mercados muy atractivos.
Los negocios se expanden cada vez más en la zona oriental del Perú. El potencial de la selva ha logrado atraer a las principales entidades microfinancieras del país.
Sólo como ejemplo, la Caja Municipal de Ahorro y Crédito (CMAC) Piura —que tiene la mayor cantidad de dinero colocado mediante créditos en toda la región San Martín— acaba de inaugurar una oficina de 1,200 m2 en Moyobamba, capital de la región San Martín, dado el avance y la diversificación de los negocios en la región.
Si bien las zonas rurales han perdido dinamismo y participación en los servicios financieros durante los últimos dos años, como consecuencia de la aparición de la roya en los cultivos de café, una mayor tecnificación en el cultivo de nuevas variedades resistentes a este hongo y una creciente diversificación en las actividades económicas están ayudando a recuperar la economía local. Tan sólo en la banca múltiple, los depósitos en los últimos 12 meses se han incrementado 26% en Loreto y 24% en San Martín.
El retail ha acompañado a la banca. Falabella y Ripley tienen proyectos en las principales ciudades de la región oriental.
Por ejemplo, la plaza de Pucallpa tiene similares expectativas de ventas que Ica, dijo José Antonio Contreras, gerente general de Open Plaza, centro comercial inaugurado el año pasado en Pucallpa, una de las ciudades con mayor crecimiento en la selva, según Juan Stoessel, director ejecutivo de Casa Andina.
Por su parte, Intercorp tiene programado desarrollar un centro comercial en Tarapoto, donde existe también un proyecto para desarrollar un complejo inmobiliario de seiscientas viviendas en el distrito de Morales.
Ucayali ha reducido en 31 puntos porcentuales su nivel de pobreza entre el 2007 y el 2013, y San Martín es la quinta región del país cuyo gasto mensual promedio per cápita creció más entre el 2009 y el 2013.
Está claro, pues, que las regiones de oriente han despertado el interés de los negocios, primero para el retail y, a través de él, para los demás sectores.