La caída de la demanda externa la motivó a mirar hacia adentro y, al encontrar un mercado en pleno crecimiento, Baliq Joyerías apostó por expandirse en Perú. Hoy, tras inaugurar su punto de venta número 15, en Chiclayo, ya alista otras cinco aperturas durante este año.
De ellas, la principal será el ingreso a Real Plaza Salaverry, en la primera semana de mayo, con una inversión cercana a los S/. 150,000, comentó la gerente general de la empresa, Claudia Rey.
“Llevaremos nuestras propuestas en oro y oro-plata, y las opciones con piedras preciosas de colores suaves como topacios y amatistas” indicó.
Baliq Joyerías también proyecta abrir su segundo local en Trujillo, y su primera tienda con puerta a calle en Miraflores. Asimismo, evalúa la apertura de otros dos puntos de venta, uno de los cuales podría estar en Cusco.
Esta expansión les permitiría replicar el crecimiento de 30% en ventas obtenido el 2013 por la oferta de piezas de mayor valor monetario, especialmente las elaboradas con oro de diferentes colores.
La compañía hoy opera 13 puntos de venta en Wong y Saga Falabella, en Lima; y dos, en Chiclayo y Trujillo. Además, exporta a Chile y EE.UU., de donde proviene el 15% de sus pedidos.
Vuelve el brillo
De otro lado, Claudia Rey señaló que el brillo y los colores metálicos de la década de 1980 regresarán desde este año a la joyería como una tendencia que incorpora nuevos elementos como el cuero y combinaciones con piedras preciosas.
La gerente de Baliq Joyerías, refirió que las ejecutivas senior ya gastan hasta S/. 10,000 en la compra de juegos de joyas (aretes, pulsera, collar con dije y sortija), aunque las más exigentes pueden invertir incluso sumas superiores.
Además, comentó que las reuniones de coordinación diarias ya son tan o más importantes como el aniversario de la empresa, la fiesta de fin de año y otros eventos corporativos al momento de adquirir nuevas joyas.