Bélgica fue eliminada en primera ronda terminando un rotundo fracaso de su llamada generación dorada. Solo un gol a favor y contra Croacia, Lukaku falló cuatro claras que son inaceptables para un delantero de clase mundial.
Por las edades de los jugadores con los que cuentan los diablos rojos, es muy poco probable que lleguen al mundial del 2026. No pudieron igualar su mejor actuación, que fue en 2018, en donde quedaron en tercer lugar. Para este mundial se pensó que podían superarlo, porque tenían el material para hacerlo, pero se quedaron muy lejos de eso.
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Repasemos las causas y consecuencias de este gran fracaso de una selección que ilusionaba a muchos.
Sin química
Este equipo no tenía nada de química. Se sabía que tienen problemas personales y que varios de los jugadores no se hablaron durante todo el tiempo que estuvieron juntos. Varios de ellos hasta se odiaban, caso concreto de Courtois y De Bruyne que tuvieron un problema personal muy delicado.
Esto obviamente no es bueno para un equipo que tiene que convivir muchísimo tiempo juntos. Roberto Martínez tenía que estar apagando incendios y hasta trajo a Thierry Henry para que le ayudara en el aspecto táctico y lo más importante, en la unión del vestidor que no es la mejor.
Durante la copa del mundo hubo muchas declaraciones de jugadores que hicieron muy evidente la división del equipo. De Bruyne dijo que eran muy lentos para ser campeones del mundo, y los defensas le contestaron, públicamente, que quizá también eran muy lentos para anotar goles. El vestidor era una bomba de tiempo.
Hay casos de equipos que casi se agarran a golpes, pero ponen primero la importancia del equipo. El ejemplo más claro fue Costa Rica, que en la concentración estuvieron a punto de organizar una campal y pidieron la salida del entrenado y varios jugadores. Se habló en el grupo y se pidió que lo hicieran por el país, que tanto estaba ilusionado con ellos.
Aparte sabían que tenían un grupo muy complicado en frente. Recordemos que los acomodaron con Inglaterra, Uruguay e Italia. Se les pidió que no se amaran, pero que trabajaran juntos. Que todos buscaran el bien común.
Y en una copa del mundo de ensueño, superaron el grupo, le ganaron a Uruguay, le ganaron a Italia y empataron contra Inglaterra, para llevarse el primer lugar del sector. En octavos echaron a Grecia por penales y en cuartos de final, también por penales, cayeron contra Holanda. El mejor mundial de su historia con un grupo que nunca se soportó
En este caso, Bélgica no pudo superar sus diferencias y que venían acumulándose desde el 2014. Una generación dorada que no pudo cumplir con las expectativas de todo un país y de los especialistas que los ponían, por lo menos, en semifinales.
Se van varios
El problema es que no tienen un gran recambio generacional y se van varios de sus mejores jugadores en toda la historia. Por ejemplo, el más claro es Romelu Lukaku, que tiene 29 años y llegaría de 32 años al 2026. Se pensaría que quizá pueda jugarlo, pero el problema es su nivel actual.
Desde que estuvo en el Chelsea se cayó estrepitosamente y en el Inter no ha podido levantar cabeza. Mentalmente, lo del juego contra Croacia, lo destruyó. Esas fallas demuestran que el delantero no atraviesa su mejor nivel, y si la historia nos enseña algo, es que particularmente a él, le cuesta mucho trabajo regresar.
Otro que ya no estaría es Axel Witsel, de 36, estaría llegando de 36, muy complicado que se mantenga en el nivel actual y pueda ser convocado al mundial. Aparte también preocupa su nivel actual que es bastante preocupante.
Eden Hazard lleva un rato lesionado y con un bastante mal nivel. De 34 años llegará al mundial norteamericano, no decimos que no lo pueda jugar, lo que decimos es que muy probablemente no tenga el nivel para hacerlo y por la edad tendrían que jugar otros.
Dries Mertens ya tiene 35 años y de 39 es más probable que esté retirado que en activo con la selección. Pero el que más le podría doler el Kevin De Bruyne. De 34 tendría que estar en un nivel como en el que está ahora para ser considerado para el mundial. Aparte sus problemas físicos son constantes, eso lo pone siempre en desventaja.
Generación entrante
Jugadores como Jeremy Doky, Louis Openda, Charles De Keteleare, Zeno Debast y Yari Verschaeren, son los encargados de tomar la batuta de esta generación que se fue sin ningún título. Todos prometen, pero del nivel de las figuras que ya se van, no hay ninguno.
Cada cierto tiempo hay generaciones doradas que no se repiten en buen tiempo. Bélgica lo vivió en 1986 cuando llegaron a la semifinal y con esta que repitieron las semifinales en 2018 y tenía jugadores repartidos en los mejores clubes del mundo.
El problema es que se esperó muchísimo de ellos. Pero ni en la Euro ni en el mundial pudieron responder. Un fracaso rotundo de planeación de Roberto Martínez, que renunció a su cargo finalizando el partido contra Croacia, y de la federación que no supo qué hacer con tanto talento.
¿Qué sucederá?
Lamentablemente, no se espera mucho de Bélgica en el futuro. Esta generación ya está muy golpeada y es posible que varios se retiren del futbol internacional para enfocarse con sus clubes y le darán paso a esta nueva generación a la que le falta mucho camino.
Tienen la Euro del 2026 en Alemania y la Nations League de este año. La idea es lograr hacer un buen papel y competir para seguir pensando en que hay buenos elementos. Pero llevan más de 20 años tratando de ganar un título internacional y no pueden.
Quizá sea momento de cambiar las formas de trabajo del equipo que no funcionan desde hace mucho tiempo. Los super estrellas se van a ir y no hay nadie quien los reemplace ¿Fin de una Bélgica competitiva?