En los años 80’s y 90’s, el proceso de transformación digital de las empresas se basaba únicamente en la capacidad de gestionar datos y eran restringidos al mundo corporativo; sin embargo, hoy se han expandido a los consumidores y gracias a ello se puede dar acceso, capacidad computacional y herramientas necesarias tanto para las empresas de gran tamaño como a un solo individuo.
Este proceso ha fortalecido la capacidad empresarial y ha permitido a las organizaciones alinear sus objetivos junto al avance tecnológico, facilitando sus procesos y disfrutando de nuevos beneficios.
“Hablamos de una democratización tecnológica. El acceso a la tecnología y a las herramientas de la nube son fundamentales para el proceso de innovación, porque el mismo no ocurre solo dentro de una empresa grande como en el pasado, sino que ahora sucede en todas partes, permitiendo elevar los estándares de procesos empresariales y de vida”, comentó Rodrigo Kede, presidente de Microsoft para América Latina, en el marco del RoadShow SAS & Microsoft.
Desde un punto de vista más técnico y funcional, la nube permite otro nivel de agilidad en el negocio.
En el pasado, cuando se buscaba desarrollar nuevas funciones, se tardaba meses en poder implementar algún producto; mientras que hoy el panorama es distinto y se puede disponer de algún modelo funcional de producto o proceso en cuestión de horas.
Para Jakob Maciolek, director global y socio de desarrollo de SAS y Microsoft, esto trae beneficios tales como ahorro en costos a mediano y largo plazo, flexibilidad en los tiempos al tratarse de modelos implementados con metodologías ágiles y permite a las empresas gestionar de mejor manera sus esquemas de comercialización, generando una mejor aceptación en el mercado y una escalabilidad mucho mayor.
“Los usuarios beneficiaros de la tecnología en la nube que ofrecen SAS & Microsoft ganan mayor agilidad, escalabilidad y asequibilidad que los ayuda a seguir innovando, incluso en tiempos de incertidumbre. Se trata de ofrecer al cliente nuevas formas de capitalizar la nube, para que así pueda desbloquear nueva información con datos y acelerar su crecimiento”, precisó Maciolek.
Por otra parte, la democratización de la nube permitió a muchos países avanzar en desarrollo tecnológico.
Actualmente, la inversión en tecnología a nivel de PBI mundial es del 5% y se espera duplicar dicha cifra para el 2030.
Esto les ha dado una increíble oportunidad a algunos países que en el pasado no tenían acceso para poder desarrollar una empresa o producto, como es el caso de Nigeria, de quien se espera se posicione como la décima economía en el 2040, a razón del avance tecnológico.
Finalmente, Marvio Portela, vicepresidente senior y gerente general para Estados Unidos, Latino América y el Caribe de SAS, señaló que la tecnología está penetrando en todas las industrias y sus sectores; y los datos están en el centro de ese desarrollo y a su vez son el núcleo de donde vendrán los recursos para poder apoyar este crecimiento.
“Los datos son el nuevo petróleo del mundo, pero para obtener la respuesta correcta, será siempre necesario saber estructurarlos adecuadamente y poder así tomar las mejores decisiones”, concluyó Portela.