(Argentina) Bimbo empezó abrir locales en las estaciones de tren en los que vende exclusivamente panes a los que les faltan pocos días para su vencimiento, con descuentos de hasta el 70 por ciento. El modelo comercial es el mismo que la compañía mexicana lanzó en España para hacer frente a la crisis, y representa la mejor prueba de los cambios en los hábitos y en las estrategias comerciales que están llevando a cabo tanto los consumidores como las empresas para hacer frente a la inflación y su erosión en el poder de compra de los hogares argentinos.
“Lo que se ve es que para una porción importante de los consumidores se está agotando la capacidad de seguir gastando, y la gente busca cuidarse cada vez más. Los fabricantes y los supermercados están cada vez más atentos y buscan diversificar sus estrategias comerciales, especialmente en materia de precios”, explica Carolina Yellati, directora de la consultora Wonder, que, junto con sus colegas de La Investigación que Inspira, acaba de presentar un estudio que releva los cambios en las formas de compra de 800 mujeres de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires de todos los niveles socioeconómicos.
“Lo que vimos es que los hogares muestran importantes cambios en su forma de abastecimiento en los últimos tres meses. Y, en general, todos apuntan al ahorro, a una reducción o a un mayor cuidado en el consumo de productos alimenticios, de limpieza y cuidado personal”, agrega Yellati.
De acuerdo con el relevamiento, el 54% de las mujeres que son decisores de compra dentro de sus hogares reconocen que hoy están haciendo más visitas al almacén o al autoservicio para ir cubriendo las necesidades diarias, en oposición a las compras grandes de abastecimiento general o de stockeo, mientras que otro 54% dice que compra menos variedad de productos.