Si bien es cierto que el número de locales de las bodegas sufrió un estancamiento, se ha conseguido que éstas tengan un crecimiento de utilidades entre 2500 y 8000 soles, lo cual significa un crecimiento en ventas del 20%, según informa la consultora Marketing Preciso. Dicho crecimiento sería producto de que el 51.2% de hogares realiza sus compras a la vez en supermercados, mercados y bodegas, mostrando un equilibrio entre los puntos de venta que están geográficamente distribuidos en la capital.
“La sociedad está cambiando y nos enfrentamos a la nueva generación de ‘consumidores inteligentes’, quienes ya conocen las características de cada punto de venta y saben para qué utilizarlos; por ellos se ha copado momentáneamente la aparición de nuevos puntos de venta”, recalcó la consultora.
A su vez, destacó que las amas de casa de Lima no serían fieles a un solo canal de venta, ni leales a una marca de productos en especial. Por ello, sería fácil fidelizar a los clientes de la zona por medio de sencillas herramientas de marketing. “El nuevo bodeguero siente que está creciendo y ve la posibilidad de convertirse en minimarkets”, añadieron.
Cabe mencionar que los últimos índices económicos muestran que los 10.5 millones de peruanos que conforman la nueva clase media tienen preferencia por realizar las comprar urgentes y de último minuto primordialmente en las bodegas.