Burger King dice que su controvertido acuerdo con Tim Horton no se trata de impuestos. Sin embargo, un grupo liberal que se opone a la fusión hizo la cuenta y encontró un gran ahorro.
La inversión corporativa de la cadena de comida rápida le ayudará a evadir al fisco, señala informe; los menores impuestos serían resultado de su acuerdo de fusión con la canadiense Tim Horton.
La empresa podría ahorrarse por lo menos 400 millones de dólares (mdd) en su factura de impuestos estadounidenses en los próximos cuatro años, según el grupo liberal Americans for Tax Fairness.
El acuerdo, conocido como “inversión corporativa”, también podría ahorrar a los accionistas de Burger King hasta 820 mdd en impuestos sobre ganancias de capital, según el grupo.
“La inversión de Burger King es equivalente a una ‘whopper’ de evasión de impuestos”, dijo el grupo en su informe.
Burger King rechazó esas cifras y dijo que “no esperamos que nuestra tasa de impuestos cambie sustancialmente”.
“El análisis en el reporte es materialmente deficiente y las cifras no representan con precisión nuestros hechos y circunstancias”, explicó Burger King en un comunicado.
“Como hemos dicho desde el principio, esta transacción es impulsada por el crecimiento, no por las tasas de impuestos”.
La empresa ha dicho constantemente que “seguirá pagando todos los impuestos federales, estatales y locales”.
Pero mientras lo hace, la empresa aún conseguiría ahorros sustanciales, debido a que los beneficios obtenidos en países extranjeros no serían gravados en Estados Unidos.
Pero el informe completo del grupo señala las muchas formas en que las cifras finales podrían variar desde sus estimaciones. Por ejemplo, dijo que los 800 mdd en impuestos sobre ganancias de capital asumen que todos los accionistas “habrían pagado impuestos si no fuera por la estructura de la operación”.
No se espera que Burger King cierre restaurantes en Estados Unidos ni traslade su sede corporativa de Miami. Sin embargo, algunos clientes amenazaron con boicotearla a causa de su fusión con Tim Horton.
El acuerdo siguió a una serie de medidas en las que compañías estadounidenses compraron a rivales en países como Irlanda y Gran Bretaña con situaciones fiscales preferentes.